A mujer se le dañó la vida al ser suplantada y está tras las rejas; su esposo clama ayuda

Todo comenzó en 2021 cuando una supuesta amiga de la infancia le escribió a Yulieth Viviana Vélez, para que le ayudara con unas maletas que necesitaba que le recibieran, ella accedió y hoy se encuentra presa en medio de un complejo proceso judicial luego de ser denunciada por estafa.

Jhon Mario, esposo de la mujer, con lágrimas; angustia y tristeza, grita por ayuda para que el caso se resuelva pronto.

Mensajes que la llevaron a la cárcel

La supuesta amiga le pidió en 2021, todos los datos posibles a Yulieth; cédula (foto por ambos lados), número de teléfono y dirección de la casa.

Días después de haber hecho este trámite, Jhon Mario recibió una llamada de Yulieth, quien le decía que, “esa mercancía la tenía la Dian, tocaba pagar unos impuestos de $ 4 millones y si nos los pagaban iban para la cárcel, mi esposa y la amiga”.

Ese cobro sería de un supuesto impuesto y que serían llevadas a la cárcel porque ya las autoridades tenías sus documentos y otros datos.

Es entonces cuando Jhon asegura que comienza una extorsión, por tanto, procedió a escribirles: “Tranquilos que yo sé que esto es una estafa y vamos a denunciarlos”. Para él “ahí murió todo”. Pero la pesadilla apenas empezaba.

Un hombre en Mitú, Vaupés, denunció a Yulieth, o a la mujer de la que le dieron la cédula. Por estafa y extorsión.

De la extorsión a la suplantación

No solamente era estafa, ahora Yulieth Viviana quedaba expuesta luego de haber enviado sus datos personales, y la situación tomó otro rumbo.

Según Jhon Mario, los delincuentes tomaron estos datos para crear una cuenta de Nequi, suplantar la identidad de Yulieth Viviana y estafar a otras personas.

Lo conocido por parte de Jhon es que un comerciante en Mitú, había contratado los servicios íntimos de una mujer que se hacía pasar por Yulieth Viviana.

“Pagó $120 mil y luego le pidieron $ 400 mil y que si no los pagaba lo publicaban en redes como si fuera un violador”, señala.

Todo esto sirvió para que el hombre en Mitú denunciara este hecho ante el Gaula.

La dimensión del problema ya era grande y no solamente se trataba del daño a la imagen de una persona como Yulieth o el comerciante en Mitú, ya no habían límites y las autoridades declararon a la tulueña como “un peligro para la sociedad”, razón por la que la trasladaron a la cárcel en Jamundí.

Un martirio para la familia

Hoy, Jhon Mario, esposo de Yulieth Viviana, pide ayuda a quien lo pueda hacer, pues la situación es trágica y cuando sus tres hijos le preguntan por su mamá solo puede decir que “ha sido una situación muy difícil”, asegura.

Afirma que los más ilógico de todo el proceso judicial que se ha adelantado, es que nunca han visitado Mitú, no se ha hecho una trazabilidad de sus llamadas, mensajes de sus teléfonos, y pide que “se esclarezca todo”.

“Que tenga tranquilidad y paciencia, le digo, esperamos que pronto salga todo a la luz”, dice Jhon.