"Mordeduras": mujer apareció sin vida y en escabrosas condiciones; fue vista con un hombre

Un nuevo elemento podría ser crucial en la investigación del brutal feminicidio de Ana María Ruiz Quintero, ocurrido la madrugada del sábado 5 de abril en el barrio El Paraíso, en Lebrija (Santander). Una cámara de seguridad habría captado lo que serían los últimos momentos con vida de la joven, en compañía de un sujeto que ahora es pieza central en la investigación.

En la imagen, revelada por Vanguardia, fue tomada de un video de vigilancia de una vivienda cercana al lugar donde fue hallado su cuerpo, y se observa a una mujer con las características físicas y de vestimenta de Ana María. La joven aparece luciendo un short y una blusa corta. A su lado, va un hombre de contextura delgada, piel oscura, camiseta celeste y bermuda con estampado, quien la sujeta del brazo con fuerza, lo que ha despertado sospechas.

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Aunque esta grabación aún no ha sido oficialmente validada por las autoridades, ya circula entre los investigadores como una pista potencialmente determinante para esclarecer los hechos. La Policía Metropolitana de Bucaramanga, al momento, no ha emitido un pronunciamiento formal sobre el contenido del video ni sobre la identidad del acompañante de la víctima.

Según fuentes cercanas al caso, Ana María había comenzado su día desde muy temprano, vendiendo tintos en la zona del Alto de la Aldea en Girón. Al terminar su jornada, en la tarde del viernes 4 de abril, se reunió con un grupo de conocidos en un establecimiento del sector. Fue allí donde, presuntamente, el hombre que aparece en la imagen la convenció de trasladarse con él a otro lugar, posiblemente al mismo sitio donde horas después ocurriría el crimen.

El cuerpo de Ana María fue hallado por vecinos del barrio El Paraíso a las 6:24 de la mañana del sábado. Estaba tendido boca arriba en un basurero, con señales de una agresión brutal: presentaba múltiples mordeduras en el rostro, pecho y zonas íntimas, además de aparentes signos de estrangulamiento con una prenda de vestir atada al cuello. La escena causó conmoción entre los residentes del sector, que denunciaron el hallazgo a las autoridades.

Ana María era oriunda de Girón y, de acuerdo con testimonios de residentes de Lebrija, era conocida en la zona por recorrer las calles pidiendo comida o bebidas.

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Las autoridades están analizando más grabaciones de cámaras de seguridad de la zona para reconstruir el recorrido de Ana María y determinar con precisión quiénes estuvieron involucrados en su feminicidio. Testigos indicaron que la joven fue vista por última vez en compañía de dos hombres, lo que ha abierto la posibilidad de que no se trató de un agresor solitario, sino que pudo haber complicidad de otras personas.

El caso ha despertado la indignación de la comunidad santandereana y ha encendido las alarmas por la violencia de género en la región. Organizaciones sociales han exigido celeridad en la investigación y justicia para Ana María. Entretanto, las autoridades continúan las labores para identificar plenamente al responsable o responsables de este crimen atroz.