La trágica muerte de Mario Gallón Toro sacude a Pijao: ¿fue intolerancia social o negligencia?

La población de Pijao, municipio ubicado en la cordillera del Quindío, se ve impactada por la trágica muerte de Mario Gallón Toro, un respetado ciudadano de 67 años cuya trayectoria profesional y servicio público lo convirtieron en figura reconocida en la región. Gallón Toro, abogado penalista y exfuncionario que llegó a ejercer labores como tesorero, alcalde encargado, personero municipal y secretario de Gobierno, fue víctima de un episodio de presunta intolerancia social que terminó cobrándole la vida.

El incidente ocurrió la tarde del sábado 6 de diciembre, hacia las 5 p. m., cuando Gallón Toro transitaba por la plaza principal y, al pasar cerca de un conocido bar, tropezó accidentalmente contra la vitrina del establecimiento. Personas presentes relataron que Gallón Toro padecía problemas de alcoholismo y, en ese momento, aparentemente se encontraba en estado de embriaguez. Sin embargo, lo que más ha escandalizado al municipio no es solo el hecho del tropiezo, sino la actitud de quienes estaban en el lugar: según testigos citados por Crónica del Quindío, en lugar de auxiliarlo, lo expulsaron a empujones y lo dejaron tirado en una banca. Su estado, inconsciente o sumido en un profundo letargo, pasó inadvertido por varias horas.

No fue hasta alrededor de las 9 de la noche que una residente reconoció al señor Gallón Toro y comprendió la gravedad de lo ocurrido. Rápidamente notificó al inspector de Policía, quien, junto a unidades policiales, lo trasladó a su hogar, pensando probablemente en un simple episodio de embriaguez.

Sin embargo, la familia del exfuncionario no dimensionó de inmediato la complejidad del caso. Lo acostaron en su cama, asumiendo que recuperaría la conciencia al paso de las horas. Solo cuando en la mañana siguiente advirtieron que no respondía, acudieron en busca de ayuda profesional. Bomberos voluntarios lo llevaron de urgencia al hospital Santa Ana de Pijao y, por la gravedad de las lesiones, fue remitido a una clínica en Armenia.

Allí los médicos determinaron un diagnóstico devastador: Mario Gallón Toro tenía muerte cerebral. Su fallecimiento se produjo en la mañana del martes 9 de diciembre, luego de que no lograra superar la gravedad de sus heridas. Ante el posible delito de homicidio, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación inició las pesquisas correspondientes, buscando esclarecer si hubo acciones violentas o negligencia por parte de terceros durante el fatídico episodio.

Según lo reportado por Crónica del Quindío, peritos forenses adscritos al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses examinan el cuerpo para determinar de manera precisa la causa de la muerte. La familia Gallón Toro, por su parte, solicita el análisis de cámaras de seguridad de la plaza central con la esperanza de recabar información fundamental para esclarecer los hechos.

En medio de la conmoción, la comunidad rinde homenaje al legado cívico y moral de Mario Gallón Toro, recordándolo como defensor de causas ciudadanas y políticas, y resaltando su inteligencia y caballerosidad. Su muerte plantea interrogantes sobre la reacción social ante situaciones de vulnerabilidad y la importancia de la solidaridad en el ámbito local.

¿Qué competencias tiene el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en casos como este? El CTI, que corresponde al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, tiene la función de investigar delitos, recopilar pruebas y practicar procedimientos como inspecciones técnicas de cadáveres para esclarecer las circunstancias de una muerte. En casos donde hay sospecha de un homicidio o intervención de terceros, como ocurre con la muerte de Mario Gallón Toro, el CTI se encarga de determinar si hubo responsabilidad penal a través de análisis forenses, entrevistas a testigos y revisión de registros audiovisuales, aportando elementos probatorios clave para el avance de las investigaciones judiciales. Esta labor es fundamental para que hechos lamentables no queden impunes y para que la sociedad confíe en los procesos de justicia.