El sofisticado sistema de caletas electrónicas que usan los jíbaros de Medellín

Con la captura de los denominados ‘reyes de la marihuana’, esta semana, salieron a la luz datos que detallan los inteligentes métodos utilizados por los delincuentes para traficar marihuana, LSD, ‘popper’, entre otras sustancias.

Una de las formas usadas para entregar el producto ilícito era instalar poleas, manejadas con un control remoto, en los postes de luz de las calles de la capital antioqueña. Estas permitían “esconder la droga en las alturas, y solo cuando el comprador necesita recoger la droga, una canasta baja hasta sus manos y él deposita el dinero”, informó Semana.

Además, esa revista publicó un video que muestra otros de los sistemas que les facilitaban el tráfico a los delincuentes. En este se puede ver cómo una matera se desplaza de su sitio para permitir la apertura de una caleta subterránea, donde se oculta la droga que recogen los jíbaros.

La organización criminal también contaba con un ‘call center’ 24 horas para los pedidos a domicilio. De estos, la Fiscalía obtuvo 300 horas de grabaciones “que permitieron establecer cómo se pedía y se entregaba la droga”, precisó Semana.

Así mismo, las autoridades encontraron el catálogo de las drogas que vendía la banda delincuencial. En el hallazgo llamó la atención la presencia de un gotero con ácido LSD con un precio de 1.500.000 pesos. Según explicó la revista, el efecto de una sola gota aplicada en el lagrimal dura 6 horas.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, publicó un video en su cuenta de Twitter donde les advirtió a los padres de familia que la red de tráfico de drogas pretendía poner en el mercado diez millones de gomitas impregnadas con LSD.

Según informó El Colombiano, esta semana las autoridades capturaron a 31 integrantes de los ‘reyes de la marihuana’, entre los que se encuentra Jorge Garro, presunto líder de la organización.

Ese medió también indicó que la zona de cultivo de la marihuana de la organización se ubicó en el departamento del Cauca. En cuanto a los  principales lugares de venta, se informó que la droga se comercializaba en los barrios de estrato 5 y 6 de Medellín.