Menor acepta que asesinó a 3 personas ‘por encargo’ en 2 meses, y dice quién lo mandó

Esa versión la entrega la Fiscalía luego de la captura de un joven de 16 años en Antioquia, señalado como presunto responsable en los crímenes, en Segovia.

El organismo acusador dice que el menor “aceptó su responsabilidad” en los tres homicidios, que se allanó a los cargos imputados por delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas de fuego, y que la decisión de un juez fue enviarlo con medida de internamiento preventivo.

La Fiscalía detalló, en un comunicado, que uno de los primeros asesinatos que habría cometido el joven se perpetró el pasado 23 de febrero, en el barrio Bataclán (en Segovia), y que la víctima fue José Antonio Herrera Taborda. Además, en el ataque resultó herido Edison Andrés Duque Cadavid.

La segunda muerte que le endilgan al menor es la de Breiner Stivens Osorno Castrillón, que ocurrió el 7 de marzo en el barrio Siete de Agosto. Seis días después, dice la Fiscalía, la víctima fue Andrés Felipe Quiñones, en el barrio Los Pomos.

El ente investigador dice que, según las primeras pesquisas, los asesinatos los habría ordenado el ‘Clan del Golfo, en medio de “una disputa por el control de las extorsiones en el nordeste antioqueño”.

La zona en donde se cometieron los crímenes está dedicada a la minería artesanal, y por eso la Fiscalía dice que la guerra del ‘Clan’ es contra la estructura de ‘Los Libertadores’.

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El caso de este menor es el segundo que se conoce en Antioquia, luego de que hace un año la Policía aprehendiera a un ‘niño sicario’ de 14 años señalado de asesinar a dos personas en la Comuna 13 de Medellín, y quien de acuerdo con la indagación estaba al servicio de la organización criminal ‘La Torre’.

El menor también fue enviado a rehabilitación, pero por la forma en que actuó y la frialdad a la hora de disparar varios expertos en salud mental afirmaron que una persona así es muy difícil de recuperar.

Fue así como el asesor médico de El Tiempo, Carlos Francisco Fernández, explicó que este niño era un reflejo del haber crecido en medio de las necesidades y la pobreza, en donde sus referentes fueron la delincuencia y el abandono del Estado.

“Su mirada es fría, descontextualizada del efecto (de sus acciones). Sus héroes son los delincuentes que lo metieron en el mundo de las armas y beneficios materiales. Mata por unas zapatillas, un teléfono de alta gama. Cosas imposibles de tener en el ambiente de carencia y pobreza en el que nació”, dijo Fernández, en abril del año pasado.