Comunidad indignada no permitió que mamá de Sarita fuera a su sepelio

Las exequias de la niña de 3 años, golpeada, torturada, abusada y asesinada se llevaron a cabo este lunes, en Armero-Guayabal (Tolima).

Al menos 2.000 habitantes de ese municipio, entre niños y adultos que exigen justicia, despidieron a la pequeña Sara Yolima Salazar Palacios en el cementerio principal. Ruth Salazar, progenitora de la menor, no asistió porque las personas la culparon de la muerte de su hija, según el diario El Nuevo Día.

Salazar hizo presencia en la funeraria —en la mañana— y estuvo parada junto al ataúd de Sarita, a quien no veía hace cerca de un año porque la dejó al cuidado de los padrinos de bautizo. Sin embargo, fue abucheada e insultada por personas que reprochaban el aparente abandono, añadió el diario de los tolimenses.

La Policía retiró a la mujer del recinto para evitar cualquier agresión contra ella y la resguardaron en la estación de Policía, por lo que no pudo asistir al sepelio. La madrina de la menor tampoco se dejó ver de la comunidad, informó Semana.

Durante la ceremonia, el sacerdote defendió a la mamá de Sarita y dijo que “ella no abandonó a la niña, se la dio a los padrinos y que sean ellos los que respondan”, citó el periódico del Tolima.

Por su parte, Salazar manifestó en entrevista con Noticias Caracol:

A los padrinos se la entregué. No sabía lo que hacía y no sabía cómo eran ellos […]. La verdad es esa, no tenía la capacidad para tenerla al pie mío”.

Al final del sepelio, El Nuevo Día conversó con Luis Eduardo Velázquez, expareja de la mamá de la niña asesinada, que contó que ellos tuvieron 3 hijos (los mayores) y en total Ruth Salazar tiene 8 hijos, aunque no todos viven con ella.

“Cuando vivía conmigo tuvo una relación con otro y quedó embarazada de una niña la cual críe hasta los 7 años y me la quitaron”, mencionó Velázquez al diario, mientras rechazaba que hubiera dejado a la menor porque “una mujer joven como ella podía trabajar”.

En la mañana de este lunes, el director de Medicina Legal Carlos Valdés entregó los resultados de la necropsia que señalan que la niña fue zarandeada y víctima de abusos sexuales.

Entre tanto, una comisión de la Procuraduría General de la Nación se trasladó a Armero-Guayabal, donde murió la niña, para investigar un presunto reporte de desnutrición y maltrato infantil que los médicos del municipio reportaron hace un año a las instituciones de protección de menores, indicó el noticiero de televisión.