Jóvenes conectados, críticos y migrantes: así transforma Manizales la participación juvenil en Colombia

Los resultados preliminares de la encuesta sobre juventudes urbanas, desarrollada en el marco del proyecto internacional NextGenC en 45 ciudades colombianas, ofrecen una imagen precisa y actualizada sobre las realidades sociales, políticas y digitales de las nuevas generaciones. Dentro de este panorama nacional, la ciudad de Manizales, conocida como la Ciudad de las Puertas Abiertas, se convierte en un punto focal para analizar los patrones de vida, pensamiento y participación de la juventud, destacando la presencia significativa de jóvenes que llegan desde otras regiones atraídos principalmente por la oferta educativa local.

Olga Lucía Sorzano, representante de Elesis Sixty del Centre School Economics, subrayó que los hallazgos reflejan la diversidad y dinamismo juvenil. El 43% de los encuestados nació en otra ciudad y se trasladó a Manizales hace más de un año, revelando no solo el carácter migrante de la población joven, sino también la fluidez de sus intereses y preocupaciones, alineadas con tendencias detectadas a nivel mundial. En cuanto a los espacios de expresión y participación, el estudio detalla que el 36% de los jóvenes prefieren involucrarse dentro de foros escolares o universitarios, mientras que el 30% opta por el voluntariado y por participar en proyectos comunitarios. Estas formas de participación, enmarcadas en entornos inmediatos y cotidianos, muestran cómo la juventud establece vínculos dentro de su propio contexto social.

En el ámbito digital, el informe resalta un uso considerablemente alto de internet: uno de cada cuatro jóvenes pasa más de siete horas diarias conectado, un fenómeno que se intensifica los fines de semana. Aunque muchos valoran la tecnología como una herramienta fundamental para informarse y comunicar opiniones, persiste una notable desconfianza en el entorno virtual. El temor por la privacidad y el tipo de información compartida, así como la desconfianza hacia los partidos políticos, siguen presentes; no obstante, el 30% de los encuestados afirmó confiar en organizaciones juveniles, lo que evidencia un desplazamiento de la confianza hacia estructuras más cercanas y participativas.

Según Sorzano, el análisis profundo de estos resultados se llevará a cabo durante el 2026, junto con la implementación de un laboratorio deliberativo juvenil cuyo objetivo será trasladar los hallazgos de la academia a escenarios prácticos y deliberativos para actores locales. Así, la experiencia recogida en Manizales servirá como base para comprender más a fondo cómo las juventudes de ciudades intermedias participan, se organizan y contribuyen a la transformación democrática del país.

La encuesta fue desarrollada por la firma Cifras y Conceptos, en colaboración con Fundación Corona, Fundación Bolívar Davivienda y Casa Editorial El Tiempo. Se entrevistó a 1.068 jóvenes entre 18 y 28 años, cubriendo todos los sectores de Manizales, con la recolección de datos entre agosto y noviembre de 2024. Además, el estudio tomó a Cartagena, Quibdó y Manizales como casos de análisis detallado para profundizar en la interpretación de las dinámicas juveniles en las ciudades intermedias colombianas.

¿Por qué los jóvenes desconfían de los partidos políticos?

El estudio realizado muestra que, aunque los jóvenes suelen participar activamente en espacios cercanos a su realidad, como los foros escolares, universitarios y actividades de voluntariado, mantienen una actitud de desconfianza hacia los partidos políticos. Según los datos recogidos, solo un 30% expresa confianza en organizaciones juveniles. En contraste, la confianza en los partidos políticos es considerablemente menor.

Este fenómeno resulta importante, pues revela una brecha entre los jóvenes y las estructuras de poder tradicionales. La baja confianza puede estar relacionada con experiencias previas de participación, percepciones de falta de representatividad o desilusión ante promesas no cumplidas por parte de los partidos. Comprender los factores que alimentan esta desconfianza es clave para repensar las estrategias de inclusión y representación de los jóvenes en la vida política urbana.