Feligreses ponen grito en el cielo por santo maquillado que luce “homosexual”

La comunidad en Soledad (Atlántico) está molesta por el abrupto cambio que le hicieron a la estatua de San Antonio de Padua, en medio de una restauración.

La nueva imagen que hoy luce el santo patrono del municipio atlanticense generó polémica e indignación entre los feligreses, pues consideran que se excedió con la pintura que le aplicaron y que eso cambió por completo los rasgos de su rostro.

“Ya no es el mismo patrono al que le he orado durante los últimos 12 años […] se pasaron de sombra, rubor y brillo en los labios. Su rostro cambió y se ve afeminado“, dijo a Caracol Radio Johanna, una creyente que vive en esa localidad desde hace unos 15 años.

Evaristo Rolando, otro feligrés, se mostró indignado por la restauración y señaló, en Noticias Caracol, que la nueva imagen del santo es una falta de respeto con la comunidad religiosa.

“Nos lo muestran como un homosexual, y no es así. Estamos totalmente indignados los soledeños, porque este no es nuestro santo patrono. Nos lo muestran con maquillaje, con las cejas sacadas y los labios pintados, pero esa no es la imagen de San Antonio”, aseguró el hombre.

Juan Camilo Duque, un restaurador de obras de ese municipio, cuestionó fuertemente el trabajo que hizo la persona encargada del arreglo, y dijo que había que reparar la estatua porque al ser de madera se la estaban comiendo los xilófagos (comejenes).

“En mi opinión, esta restauración no debió efectuarse sin consultarle a la comunidad, porque su gestión debió ser compartida por todos los actores posibles de una manera incluyente y participativa. Las decisiones que se tomen sobre el patrimonio no pueden ser tomadas por una sola institución ya que el patrimonio cultural pasó de ser un asunto exclusivo de expertos para convertirse en un compromiso y una responsabilidad de todos los colombianos”, escribió Duque.

El hombre compartió varias fotos del extremo cambio que sufrió la imagen del santo, que carga al niño Jesús, obra que data aproximadamente desde el siglo XVII y que llegó a la iglesia San Antonio de Padua desde hace una década.