Ataque en Aguachica: ¿quiénes son los cerebros detrás del atentado con drones y “tatucos” en el Cesar?

Las investigaciones sobre el atentado con explosivos contra una base militar en la vereda El Juncal, en Aguachica, Cesar, avanzan con la reciente identificación de dos líderes clave del Ejército de Liberación Nacional (Eln) responsables del ataque perpetrado el 18 de diciembre. Las autoridades colombianas identificaron a Alonso Contreras Ramírez, conocido como “Fercho”, y José Sánchez Navarro, alias “Wilser”, como figuras centrales del frente Camilo Torres Restrepo, quienes fueron señalados por su papel en la planeación y ejecución de esta acción violenta que resultó en la muerte de siete soldados y heridas a treinta más, según información verificada por El Espectador.

Alias “Wilser”, con 36 años de edad y un historial criminal de más de dos décadas, ha sido descrito por las fuerzas del orden como experto en explosivos y francotirador. La Fiscalía General, por medio de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, mantiene vigente una orden de captura en su contra. Esta trayectoria lo ha convertido en un elemento peligroso para la seguridad de la región y del país. Por otra parte, alias “Fercho”, de 44 años, suma 18 años de pertenencia a estructuras armadas ilegales, y enfrenta actualmente dos órdenes de captura por los delitos de terrorismo y rebelión. Las autoridades lo señalan como actor clave en el ataque de Aguachica, por su implicación en la coordinación y ejecución del mismo.

De acuerdo con el Ejército Nacional, el atentado mostró un nivel preocupante de sofisticación y letalidad, ya que los responsables emplearon drones modificados para transportar y detonar explosivos improvisados, así como el lanzamiento de artefactos no convencionales tipo “tatuco”, lo que complicó la defensa del personal militar y elevó la cantidad de víctimas. La utilización de estas tecnologías evidencia un desafío creciente para la seguridad de las instalaciones estratégicas del país.

Ante la gravedad de la situación, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se pronunció en la red social X resaltando que, aunque el 95% de los ataques similares habían sido evitados en lo que va del año, existe una escalada en la amenaza. Sánchez subrayó la decisión del presidente Gustavo Petro de asignar 1 billón de pesos para implementar un nuevo proyecto estratégico destinado a proteger a Colombia de ataques con drones, evidenciando la urgencia de una respuesta tecnológica y logística a una amenaza en constante evolución.

Las consecuencias humanas del atentado han sido devastadoras. Las autoridades han revelado los nombres de los siete soldados fallecidos durante la arremetida: Jaime Alejandro Cárdenas Ramírez, Mateo Pino Pulgarin, Juan David Pérez Vides, Kevin Andrés Méndez Torres, Jhon Fredy Moreno Sierra, Brandon Daniel Valderrama Martínez y Jorge Mario Orozco Díaz. La tragedia, y la reacción gubernamental que suscita, ponen en la mira la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección en zonas vulnerables y revisar las estrategias de seguridad nacional. Para entender mejor los sucesos en torno a este hecho, El Espectador ofrece cobertura continua y análisis en su sección Judicial.

¿Qué significa un “tatuco” y por qué es relevante en ataques como el de Aguachica?
El término “tatuco” es empleado en Colombia para referirse a artefactos explosivos de fabricación casera utilizados habitualmente por grupos armados ilegales. Estos dispositivos, no regulados ni estandarizados, suelen contener residuos metálicos y sustancias explosivas que les confieren un alto poder destructivo y gran capacidad para causar víctimas en áreas de combate o en ataques sorpresivos, como ocurrió en la base militar de Aguachica.

La relevancia de los “tatucos” radica en la dificultad de intervención y prevención frente a su uso, dada su naturaleza artesanal y su fácil ocultamiento. Esto, sumado a la utilización de drones como vehículos para su entrega, representa un reto significativo para las autoridades militares y policiales, que deben adaptar sus estrategias para contrarrestar amenazas cada vez más sofisticadas y menos predecibles.