Hermana de Miguel Uribe se abre tras un mes del atentado: “Empiezo a secarme las lágrimas”
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María Carolina Hoyos relató cómo el atentado a su hermano reabrió viejas heridas familiares, en especial el asesinato de su madre. Compartió sobre el dolor.
Una semana después de la muerte de su abuela Nydia Quintero y un mes después del atentado contra su hermano Miguel Uribe Turbay, María Carolina Hoyos, hija de la periodista Diana Turbay, publicó una columna conmovedora en la revista Semana en la que se sincera sobre el dolor, la memoria y la necesidad de cortar la cuerda del sufrimiento para poder seguir.
(Vea también: “Sigue usted”: acompañante de Miguel Uribe el día del atentado dice que lo han amenazado)
En el texto, titulado ‘Cortar la cuerda’, Hoyos revive el episodio más traumático de su infancia: el secuestro y posterior asesinato de su madre a manos del narcotráfico en los años 90.
María Carolina Hoyos: “Me aferré al dolor como forma de amor”
La columna comienza con una escena simple: una visita al dentista junto a su mamá, poco antes de que Diana Turbay fuera secuestrada. En ese momento, su madre le prometió que la llevaría a operarse las cordales al volver de un viaje. Ese viaje, tristemente, fue el último.
“Me juré que no me operaría hasta que ella volviera. Era mi manera de esperar, de creer, de no soltar”, escribió Hoyos.
Durante seis meses convivió con el dolor físico como una forma de estar cerca del sufrimiento de su madre. Y cuando llegó la noticia de su asesinato, encontró en su papá, Luis Francisco Hoyos, el impulso necesario para salir del abismo.
“Él hizo lo más difícil: cortar la cuerda. Me obligó a moverme, a actuar, a seguir adelante. Nunca me dijo ‘pobrecita’”, relató.
Ese acto marcó el inicio de una reconstrucción personal, aunque implicó dejar atrás su casa, su colegio y separarse de su hermano Miguel.
Atentado contra Miguel Uribe reabre la herida de María Carolina Hoyos
Décadas después, la vida volvió a golpear. María Carolina se enfrentó de nuevo a la sensación de estar atrapada, esta vez por el atentado contra su hermano y la muerte reciente de su abuela.
“Hace un mes atentaron contra mi hermano Miguel, y hace una semana falleció mi abuela Nydia —mi mamá de la vida—. Todo junto duele más”, escribió.
Pero otra vez su padre apareció como faro. Con su temple, su cariño silencioso y su pragmatismo, está —como entonces— “cortando la cuerda” para ayudarla a salir de ese lugar de dolor y miedo.
En medio del duelo, Hoyos también habló de su red de apoyo: su esposo, sus hijos, sus amigos, y todos los que han enviado oraciones por la recuperación del senador.
La fe, transmitida por su madre y su abuela, es lo que la sostiene. Aunque admite que el dolor no desaparece, ha aprendido que la verdadera fortaleza está en moverse a pesar de él.
“Sé que no estoy sola. Sé que ellas, desde el cielo, me cuidan. Y sé que el amor que sembraron en vida sigue floreciendo en quienes hoy nos rodean”.
La columna cierra con una imagen poderosa: su padre, de nuevo, ayudándola a levantarse. No con palabras heroicas, sino con presencia. Con el gesto más simple y humano: cortar la cuerda para permitirle avanzar.
“Hoy, empiezo a secarme las lágrimas, porque mi papá, como siempre, ya está ahí, con su amor valiente, liberándome”, remató.
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