Habitantes de calle roban a periodistas, y Policía se disculpa por lenta reacción

Aunque los habitantes de calle fueron desalojados del Bronx el problema de inseguridad no terminó ahí, sino que se esparció por varios puntos de la ciudad. Por eso, los equipos de los noticieros se han visto en riesgo cuando intentan cubrir la difícil situación que atemoriza a la ciudadanía.

Por ejemplo, a los de Noticias Caracol les robaron “celulares, dinero y hasta las llaves”, cuando registraban una emergencia en el caño de la 30, en donde varios de los habitantes de calle eran arrastrados por una creciente de agua.

Edward Porras, el ‘Ojo de la Noche’ de ese noticiero, explicó lo sucedido, ya que hasta los equipos de emergencia del Distrito fueron víctimas.

Apenas unos días después, dos periodistas del portal KienyKe fueron apedreados cuando intentaban tomar unas fotos. Según la denuncia de los reporteros, los ‘sayayines’ son los que están ordenando los feroces ataques a la prensa.

Luego, el turno fue para los periodistas de Cablenoticias, a los que les robaron los celulares y los equipos de grabación. Además, agredieron al camarógrafo y le lanzaron el aparato al caño.

Como en las declaraciones de los periodistas todos coinciden en que la reacción de los policías que estaban en el lugar no fue de mucha ayuda, aunque eso sí recuperaron la cámara del caño (aunque totalmente destruida), el director de noticias de Cablenoticias, Julio de la Rue, dijo que “este es un problema que se le podría estar saliendo de las manos a las autoridades de la capital”.

Por eso, pide brindar garantías a la prensa para poder ejercer la profesión, ya que mientras los habitantes de calle y delincuentes que se camuflan entre ellos atacan con armas, los periodistas salen a las calles a cumplir su trabajo armados de una cámara y mucho valor.

Al respecto, el general Hoover Penilla, comandante de Policía en Bogotá, ofreció disculpas si “hubo alguna deficiencia en el servicio que prestaron las unidades que estaban allí”. A la par, recomendó pedir acompañamiento de la policía cuando vayan a realizar algún trabajo con habitantes de calle.