Funeral de un hombre terminó en tiroteo y con otro muerto; familia vive doble luto

Lo que debía ser el último adiós a Eduardo Zabala se convirtió en una nueva escena de horror para su familia y amigos. En pleno sepelio, mientras esperaban el ataúd en la entrada del cementerio, la violencia volvió a cobrarse otra vida: Brayan Parra, su primo fue baleado por gatilleros en moto.

La multitud aún procesaba el asesinato de Eduardo, el cobradiario que fue ultimado la noche del lunes en el barrio El Pradito, cuando dos hombres en motocicleta llegaron al camposanto. Sin mediar palabra, desenfundaron una pistola nueve milímetros y abrieron fuego contra Brayan.

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En cuestión de segundos, cayó al suelo, víctima de varios impactos de bala. A su lado, una mujer que caminaba por el parque también fue alcanzada por una bala perdida.

El pánico se apoderó del lugar. Los gritos de los asistentes, el desespero de los vendedores de flores y el llanto incontenible de los familiares crearon una escena de angustia.

Algunos intentaron auxiliar a las víctimas, otros corrieron en busca de refugio, temiendo que la violencia siguiera cobrando más víctimas.

Brayan y la mujer herida fueron trasladados de urgencia a centros asistenciales. Pero la tragedia se repitió: así como ocurrió con Eduardo, la vida de Brayan se apagó en cuestión de minutos.

Para la familia Zabala, el dolor se hizo doble, el luto se volvió más pesado y la incertidumbre creció.

Una cadena de muerte

Fuentes judiciales confirmaron a Entérate en Línea que estos crímenes no son hechos aislados.

Tanto el asesinato de Eduardo Zabala como el de Brayan Parra estarían relacionados con la muerte de Deidis Zúñiga Vives, quien fue ultimado la noche del 8 de marzo  en un establecimiento nocturno del barrio San Pablo.

Las autoridades investigan un posible ajuste de cuentas, una venganza que ha sumido a una familia en una espiral de dolor y ha dejado a la comunidad aterrorizada.