Nuevas pistas en caso Miguel Uribe apuntan hacia disidencias, pero no las de 'Mordisco'

El pasado 7 de junio de 2025, el precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado armado mientras participaba en un acto público en Engativá, occidente de Bogotá.

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Un menor de 15 años disparó en repetidas ocasiones y dejó gravemente herido al político en la cabeza y en un muslo. Varias personas más resultaron afectadas en el incidente.

Desde entonces, la Fiscalía General de la Nación, bajo la dirección de la fiscal Luz Adriana Camargo, activó un plan de investigación con un enfoque en estructuras de criminalidad organizada.

Según declaraciones recogidas por El Tiempo, la fiscal Camargo aseguró que el adolescente no actuó solo, y que fue utilizado como autor material, mientras que el equipo investigador busca establecer la responsabilidad de autores intelectuales.

Fiscalía habló de posible nexo de ‘Segundo Marquetalia’ en caso Miguel Uribe

Una de las líneas más sensibles de la investigación apunta a un posible vínculo con grupos armados. Según El Expediente, el menor habría sido reclutado por integrantes de la ‘Segunda Marquetalia’, disidencia de las FARC liderada por alias Iván Márquez, y entrenado como un “pisa suave”, término usado por organizaciones criminales para referirse a menores utilizados como sicarios.

Aunque esa versión aún no ha sido confirmada por las autoridades, El Tiempo informó que la Fiscalía no descarta conexiones con grupos subversivos o estructuras narcotraficantes.

Por su parte, la fiscal Luz Adriana Camargo, en una rueda de prensa de este martes 24 de junio, confirmó las declaraciones del director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, a Semana.

“Lo que estamos verificando es qué nexo tiene esa disidencia con los hechos. Esa es nuestra pista actual”, indicó Camargo en declaraciones a medios de comunicación.

Las hipótesis también han provocado pronunciamientos políticos. La periodista y excandidata presidencial Vicky Dávila aseguró en redes sociales que fuentes militares le habrían señalado a alias ‘Iván Mordisco’, de las disidencias de las FARC, como autor intelectual, pero ese grupo negó cualquier vínculo.

A su vez, el exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, planteó la posibilidad de un atentado planeado por el Clan del Golfo en complicidad con sectores de ultraderecha. Según Semana, la Fiscalía ha solicitado a los implicados entregar información verificable, y calificó las versiones como “especulaciones sin evidencia”.

En las semanas posteriores, se han recopilado más de mil videos, decenas de entrevistas, análisis de balística forense y allanamientos en Bogotá y otras zonas del país. Según Portafolio, el arma incautada al joven —una pistola Glock— fue importada legalmente a los Estados Unidos en 2020, específicamente en el estado de Arizona, lo que ha abierto una línea de investigación internacional sobre el tráfico ilegal de armas.

Junto a la Glock, fueron halladas otras seis vainillas correspondientes a una pistola Jericho, que no estaba en posesión del menor y cuyo paradero aún no ha sido esclarecido. De acuerdo con Semana, el número total de disparos analizados en la escena asciende a doce, lo que sugiere la participación de al menos dos tiradores o armas diferentes.

En paralelo, se practicaron allanamientos a viviendas de familiares del joven: su padre, exmilitar; su tía, exfuncionaria de seguridad privada; y su abuela. Según El Tiempo, el padre del menor podría encontrarse fuera del país, y se indaga su posible conocimiento o participación en la planeación del crimen.

Pruebas que analiza la Fiscalía en caso de Miguel Uribe

Entre las pruebas recolectadas se incluyen más de 200 videos, 51 correos electrónicos, 1.509 fotografías y análisis de conversaciones en WhatsApp y otras plataformas digitales.

Según Portafolio, el contenido digital supera los 10 terabytes de información, lo que representa uno de los archivos de pruebas más grandes que ha manejado la Fiscalía en un caso individual reciente.

El fiscal del caso también confirmó que se están analizando direcciones IP, mensajes encriptados, y registros de llamadas entre el menor y otros posibles implicados. Uno de los hallazgos más reveladores provino de un dispositivo móvil incautado en un allanamiento: contenía conversaciones que harían referencia directa al plan del atentado y a una posible retribución económica.

Además, el ente investigador evalúa la posibilidad de establecer un principio de oportunidad con el menor detenido, para obtener información sobre los autores intelectuales a cambio de beneficios procesales. De acuerdo con El Tiempo, los fiscales buscan también determinar si existen nexos con organizaciones dedicadas a la contratación de sicarios juveniles en áreas urbanas.

El atentado contra Miguel Uribe Turbay ha dejado al descubierto una red compleja que aún no termina de revelarse. Las investigaciones avanzan sobre pistas que cruzan delincuencia organizada, política electoral, armas extranjeras y posibles nexos con estructuras armadas ilegales.