Necropsia a estudiante de la U. Distrital revela que no murió de un balazo

Medicina Legal concluyó que Miguel Ángel Barbosa falleció por un “trauma craneoencefálico” ocasionado por un garrotazo o una pedrada.

La lectura final del estudio forense, conocido por El Espectador,  descarta de plano que Barbosa, un joven estudiante de Tecnología Mecánica, haya sido herido por “una esquirla, una granada, un cuchillo o una bala de goma” en las protestas estudiantiles del pasado 21 de abril.

Si bien al médico forense se le dificultó analizar la herida en el cráneo debido a que el estudiante universitario fue sometido a varias intervenciones en los 43 días en lo que duró hospitalizado, la investigación corrige las versiones iniciales que acusaban a la Policía de haber disparado contra el universitario.

A pesar del resultado de la necropsia, la Fiscalía aún no puede concluir quién fue el agresor ni tampoco establecer con qué elemento contundente fue golpeado Barbosa. No obstante, continúa el análisis de pruebas  y por ahora se desconoce si el destino del proceso irá a la Justicia Penal Militar o continúa en la justicia ordinaria.

Mientras eso pasa, destaca El Espectador, en la Universidad Distrital se agudiza un enfrentamiento entre el decano de Tecnología Mecánica (Róbinson Pacheco) y el profesor Pablo Garzón (exdecano de la misma facultad) por una supuesta interferencia en el recaudo de pruebas.

A este último, la Fiscalía lo indagó, al parecer, por un aparente intento de evitar que los investigadores conocieran las fotografías de un par de cámaras que no grabaron nada del incidente en el que Barbosa fue herido.

Este hecho, que según Garzón fue un mal entendido, distanció a los dos académicos y por ahora, los fiscales no descartan la vinculación de personas al caso del estudiante que murió el pasado 3 de junio.