¿Generar lástima, la nueva estrategia de Petro para llegar a la Presidencia?

Por lo menos así lo deja ver en una corta entrevista reciente con la revista Semana.

Durante todo el diálogo, el exalcalde de Bogotá se muestra cabizbajo y con ojos de tristeza. Semana, por su parte, presenta el video con una edición que enfatiza en el mal momento que dice vivir en este momento el líder de los progresistas.

En este momento mi estatus social es desempleado y embargado”, asegura Petro.

En la entrevista, Semana lo describe como “un león” que se mueve en las redes sociales.

“Es directo, mordaz y no se guarda nada. Además, su carácter tiene a un ejército de twitteros que está activo a todas horas”, asegura ese medio.

En la entrevista también se le pregunta a Petro por los famosos zapatos marca Ferragamo, que desataron una polémica por su ostentoso valor.

“Ponerse zapatos no es burgués. Burgués es el que es dueño de medios de producción, yo no soy dueño de medios de producción. Tampoco soy asalariado”, dijo el exalcalde.

No es la primera vez que Petro se refiere a su estatus social después de haber salido de la Alcaldía de Bogotá. En marzo pasado, en entrevista con Vicky Dávila en W Radio, afirmó que está ilíquido, no tiene un peso y hasta está vendiendo su casa en la capital.

“Tengo profundos problemas económicos, no tengo cuentas bancarias, no tengo ingresos”, aseguró, y se refirió también al problema que tiene con su casa. “No pude pagar las cuotas de esa propiedad porque la saqué con el banco, entonces estoy realizando en estos días los trámites para vender esa propiedad, eso sí, si el banco me da el tiempo para saldar la deuda”, agregó.

Uno de los argumentos que en varias ocasiones ha mencionado Petro sobre sus supuestos problemas económicos tiene que ver con la multa por $ 218.000 millones que le impuso la Contraloría el año pasado por un detrimento patrimonial por bajar las tarifas de Transmilenio durante su administración.

Dicha multa, asegura Petro, se la impuso el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, que tendría injerencia sobre el actuar del contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados Becerra.

“Si tuviera un cargo en una empresa privada me embargan el sueldo, entonces no tengo nada, las decisiones que ellos tomaron es ‘salgase del país, si quiere vivir’”, dijo a La W.