Pillan a hombre que robaba gas para negocio de arepas de su esposa; podría ir a la cárcel

Defraudación de fluidos: El que mediante cualquier mecanismo clandestino o alterando los sistemas de control o aparatos contadores se apropie de energía eléctrica, agua, gas natural o señal de telecomunicaciones, en perjuicio ajeno, incurrirá en prisión de 16 a 72 meses y multa 1,33 a 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Este es el delito por el que condenaron, en dos instancias, a un habitante de un barrio de Manizales.

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De acuerdo con la acusación, en cumplimiento de sus actividades de revisión, empleados de Efigás se dirigieron a un inmueble ubicado en un barrio de la comuna La Fuente, destinado a la fabricación de arepas.

“Se abastecía de una conexión fraudulenta de gas natural anexa a la red residencial del mismo inmueble, a pesar de que en el espacio destinado a la actividad productiva existía una red independiente de gas para uso comercial, que se encontraba inhabilitada. El medidor del gas utilizado en la residencia y en la fábrica presentaba alteración de sellos, tornillería y del sistema de medición”, contó la Fiscalía.

Ante el hallazgo, la empresa retiró el medidor y suspendió el servicio de gas en ese momento. Al verificar el nombre del suscriptor del servicio, según el contrato, lo denunciaron penalmente. El detrimento económico lo valoró la empresa en $39’256.944.

El juicio oral se desarrolló en dos sesiones y terminó con condena a 16 meses de prisión, pero se le concedió la suspensión condicional de la pena, con un periodo de prueba de dos años. Es decir, debe cumplir unos compromisos.

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“El procesado alteró un aparato contador con el que hubo, además de riesgos para la comunidad, una efectiva apropiación indebida de gas natural con el que se procuró hacer rentable una iniciativa familiar comercial”, expresó el Tribunal Superior de Manizales, al confirmar la decisión.

En juicio, el condenado reconoció que contrató a un tercero para que realizara las derivaciones de la red de conducción del gas natural, con el propósito de que su esposa retomara la fabricación de arepas.