Del llanto a la sonrisa pasó conductor borracho que arrolló y mató a un policía

El siniestro ocurrió este domingo cuando el hombre manejaba su camioneta en contravía y a gran velocidad por la carretera entre Cerritos y Pereira, y embistió al subintendente Ermillar Trujillo, que iba en una motocicleta. Hoy, le dieron casa por cárcel.

La decisión del Juzgado Tercero Penal de garantías de Pereira de no enviar a prisión a Camilo Ernesto Castañeda Cadena, de 44 años de edad, le cambió el semblante al procesado, ya que el día del accidente lloraba desconsolado y gritaba que se quería morir, informó El Diario.

“Ya no quiero vivir, ¿pa’ qué voy a vivir?’”, decía el conductor cuando varios policías lo tuvieron que esposar debido al alto grado de exaltación en que se encontraba.

Un video aficionado muestra la magnitud del siniestro: la camioneta se volcó mientras que la moto se incineró. El uniformado salió expulsado varios metros y murió en el instante.

El Diario dice que durante la audiencia de control de garantías Castañeda Cadena se mostró “arrepentido” y “reconoció” haber cometido un delito grave, pero que no quiso aceptar el cargo por homicidio con dolo eventual que le imputó el fiscal 29.

Eso sí, asegura el medio, el hombre aceptó que estaba tan borracho que no recordaba bien lo sucedido:

“Quiero que tenga en cuenta que, cuando yo me subí a esa camioneta no controlaba mi cuerpo. Yo no me acuerdo de lo que pasó. Yo hace mucho tiempo no bebía. Sé que cometí un delito muy grave y voy hasta las últimas consecuencias, voy a dar la cara”, dijo el imputado.

El argumento del abogado defensor para solicitar la medida de casa por cárcel fue que su cliente no es un peligro para la sociedad, que se compromete a comparecer ante la justicia, que solo tiene un comparendo en su contra y que hay que respetarle la presunción de inocencia, según recoge ese medio.

No obstante, Noticias Caracol consultó al coronel Edilberto García, comandante operativo de la Policía de Pereira, que dijo en un primer momento que tras investigar al conductor se estableció que tiene “unos antecedentes por porte ilegal de armas y hurto calificado”.

De todas formas, el procesado, “comerciante de Dosquebradas, perteneciente a una familia adinerada y residente en un lujoso conjunto residencial”, como lo describe el periódico, deberá esperar que avance la investigación en su contra para conocer la condena que le impondrán.