Hombre y su bebé fueron asesinados en pleno parque; sicarios les dispararon

Mientras Brayan José Padilla Lozano jugaba con su pequeño niño, Brayan José, en un parque ubicado en la calle 9 1i-33, del barrio San Antonio de Malambo, sujetos armados le dispararon en seis ocasiones, resultando heridos de gravedad padre e hijo y siendo trasladados a la clínica Campbell, en donde se confirmó el deceso de ambos.

Vecinos del sector afirmaron que luego de las detonaciones, Brayan quedó tendido en el piso del parque y a su lado el niño que no alcanzó a cumplir los dos años.

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‘Brayitan’, como le decían sus allegados, tenía 26 años de edad. Por la gravedad de las heridas llegó sin signos vitales al centro asistencial. El menor Brayan José fue ingresado en delicado estado de salud y a los minutos se produjo su deceso.

Esa misma noche el coronel Dave Figueroa, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla rechazó los hechos e indicó:

“Las primeras hipótesis refieren ajustes de cuentas entre estructuras dedicadas al tráfico de estupefacientes. El padre del menor registra tres anotaciones por el delito de hurto y porte ilegal de armas de fuego y se encontraba con el beneficio de prisión domiciliaria“.

El coronel reiteró la recompensa hasta de $ 15 millones para dar con los autores de este doble crimen, mientras se adelantan investigaciones para esclarecer los hechos. Residentes del municipio piden que no sigan muriendo niños a manos de la delincuencia. 

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La comunidad de Malambo se encuentra consternada y piden que no se produzca una muerte más de niños inocentes. “Rechazamos la muerte del pequeño Brayan José. Ni un niño más. Malambo pide seguridad”.

“Los niños no, los niños no se tocan, era un inocente”, “cómo me duele, era un niño inocente que no tenía la culpa de los errores de los adultos. Malambo tierra de nadie”, son algunos de los comentarios en las redes sociales.

Pulzo complementa: 

La población civil en Colombia ha sido una de las principales afectadas por la violencia. Desplazamientos forzados, secuestros y asesinatos han dejado cicatrices en comunidades enteras, generando desconfianza en las instituciones y afectando la calidad de vida de muchos ciudadanos.

A pesar de los esfuerzos gubernamentales y de la sociedad civil para abordar estos problemas, la complejidad de la situación exige un enfoque integral que incluya medidas de seguridad, desarrollo social y reconciliación.