‘Los calavera’, banda que sembró (con niños) el terror en 20 barrios de Bogotá

Este clan familiar reclutaba niños de 10 años, los volvía adictos al bazuco para formar un ejército de jíbaros y peligrosos sicarios, en el sur de la capital.

La desarticulación de la tenebrosa banda criminal la lideró la Sijín de la Policía de Bogotá, que durante 8 meses infiltró a uno de sus agentes —se hizo pasar como consumidor— para descubrir cómo sus integrantes, 4 mujeres y 5 hombres, montaban el ‘Bronx del sur’ con influencia en 20 barrios de la localidad de Kennedy.

La importante investigación la dio a conocer Noticias Caracol que mostró, con videos, cómo la poderosa red criminal celebraba sus ventas, tenía influencia en la extensa localidad que dominó por una década y describió el poder de cada uno de los delincuentes.

Los delincuentes

• Alias ‘Calavera’: es el cabecilla de la organización, y es considerado por la Policía como uno de los más peligrosos delincuentes y mayor traficante de drogas del sur de Bogotá.
• Alias ‘Nancy’: acusada de ser la administradora de la ‘Casa morada’, una de las líneas de microtráfico en la localidad de Kennedy. Delinque junto a su hija y sus nietos.
• Alias ‘Nohora’: suegra de ‘Calavera’ y lidera la línea de la ‘Casa rosada’, ubicada en otra localidad del sur de la ciudad. Delinque junto a su esposo y sus hijos.
• Alias ‘Johana’: tiene 16 años y desde los 10, dicen los investigadores, alias ‘Calavera’ la convirtió en adicta al bazuco y la marihuana. Ahora hace parte de su ejército de jíbaros.
• Alias ‘Angie’: tiene 19 años y también habría sido reclutada cuando era una niña de 10 años. Según el noticiero, le regalaba bazuco y ahora le paga con esa misma droga para que sea distribuidora.
• Alias ‘Fernandito’, ‘Manuelito’, ‘Beto’ y ‘Julio’: son poderosos distribuidores en 20 zonas del suroccidente de la ciudad. También los conocen como los ‘Sayayines’ de ‘Calavera’ porque permanecen armados custodiando el negocio criminal.

¿Por qué las casas de colores?

• Alias ‘Calavera’ mandó a pintar una casa de color morado, otra de rosado y una tercera la dejó denominada como ‘La choza’ (todas ubicadas a un kilómetro de distancia) para que sus consumidores y delincuentes la identificaran fácilmente. Las casas no solo servían  como ‘ollas’ para expendio de drogas; desde allí, también ordenaban asesinatos, según explicó el coronel Douglas Restrepo, comandante de la Sijín de la Policía.

Los escabrosos delitos

‘Los calaveras’ aparte de ser unos traficantes de alucinógenos con mucho poder, tenían un expendido de licor adulterado y tenían instalada una oficina de sicarios. Les atribuyen 10 homicidios, entre ellos, los de dos menores de 12 y 15 años.

Además, en las salas VIP de las casas —donde solo podían entrar los consumidores con más poder económico— prostituían niñas, indica el informativo.

“Ellos trabajaban un sistema similar al que utilizaban en el ‘Bronx’ que consistía en ofrecerles allá [casas] estadía, drogas, alcohol y hasta menores para tener relaciones allí. Todo esto lo cobraban dentro de la casa”, agregó al noticiero el coronel Restrepo.

La Sijín, con todas las grabaciones y pruebas recolectadas, logró derrumbar ese emporio. Hicieron 9 allanamientos en las 3 ‘ollas’ e incautaron 19 millones de pesos de la venta de un solo día. Así cayó la más peligrosa organización que atemorizó por años a los habitantes del suroccidente de la capital.