Las 10 confesiones de los bogotanos que sufren y gozan con Transmilenio

Algunas son divertidas, otras indignantes y unas causan asombro. Hay historias insólitas y otras algo picantes.

Viajar en Transmilenio para la mayoría de los usuarios es tortuoso y desgastador. La poca frecuencia de los buses, la incomodidad a la hora de viajar y la falta de tolerancia de los pasajeros, son apenas algunas de las molestias con las que a diario se enfrenta la gente.

Sin embargo, hay muchos ciudadanos que ven el lado divertido de lo que ocurre en los articulados. En la página de Facebook ‘Confesiones de Transmilenio’ los pasajeros aprovechan para desahogarse.

Civíco hizo un top 10 de algunas de las mejores confesiones en el sistema, y Pulzo encontró otras, también, muy divertidas.

1. Esta mujer dejó la pena a un lado y decidió confesar que su jefe le pagaba por someterse a algunas morbosidades dentro de los buses.

2. Este pobre pasajero por andar a las carreras pasó una vergüenza y no pudo viajar.

3. Es verdad que todos los días hay que lidiar con los malos humores y sobre todo con los malos olores, pero muy pocos tienen la valentía que tuvo este usuario de decirlo.

4. Le robaron un beso en el bus de Transmilenio y parece que le quedó gustando.

5. Los viajes en los articulados son muy incómodos, pero este pasajero sufrió “golpes bajos”.

6. A esta usuaria le gustó “el mechudo degenerado”.

7. Los ladrones no imaginan que los ciudadanos están preparados para los robos. El delincuente salió golpeado por un valiente usuario.

8. En Transmilenio la gente que pide dinero se aprovecha de la voluntad de los pasajeros. Esta historia es muy cómica porque al supuesto discapacitado le apareció una mano.

9. Este ciudadano pasó colores y quedó como un pervertido ante los pasajeros que viajaban en bus del sistema.

10. A este hombre, los ladrones se le robaron la botella de agua por estar durmiendo.