Condenan a mujer por millonaria estafa y falsificación tras robo de 94 reses en Villamaría

En octubre de 2013, la Fiscalía General de la Nación documentó un engaño que tuvo como víctima a un ganadero. Según el expediente, una mujer decidió utilizar una cédula de identidad falsificada para abrir a su nombre una cuenta en el Banco de Bogotá, donde se consignaron diez millones de pesos. El origen del dinero estuvo relacionado con la compra de 94 cabezas de ganado vacuno, lo que posteriormente condujo a que investigadores de la Policía Nacional se desplazaran hasta la finca ubicada en la vereda El Pindo, municipio de Villamaría. Allí, los agentes notificaron que las reses en cuestión habían sido reportadas como robadas y continuaron con las pesquisas correspondientes.

Como resultado de la investigación, las autoridades lograron identificar a Baquero Otálvaro como una de las participantes en los hechos. Ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito, la acusada fue judicializada. Sin embargo, durante el proceso, el ganadero afectado optó por no seguir adelante con el caso por el delito de estafa, razón por la cual fue absuelta de este cargo. Aun así, el tribunal sí dictó condena en su contra por falsedad en documento privado y ordenó además remitir copias del expediente para que se abriera una indagación separada por el presunto uso de documento falso.

En el desarrollo del juicio, la Fiscalía relató que, en otro incidente, no se encontraron pruebas que permitieran demostrar que Baquero Otálvaro hubiera falsificado una cédula de identidad perteneciente a una médica con cuenta en otra entidad financiera, de modo que solicitó formalmente la preclusión de dicho caso. Por su parte, el Juzgado Quinto Penal del Circuito acogió la petición y decidió cesar la investigación sobre ese episodio en particular.

El proceso judicial, sin embargo, no se limitó a un solo expediente. En el marco de la acumulación de penas por distintos procesos en contra de Baquero Otálvaro, el tribunal sentenció a la acusada a cuatro años y seis meses por los delitos de concierto para delinquir y estafa. Adicionalmente, otras resoluciones la responsabilizaron de concierto para delinquir, hurto calificado y estafa agravada, por lo que recibió una pena de 14 años y tres meses, así como condenas adicionales de dos años y ocho meses por falsedad personal y estafa agravada, ocho meses por falsedad en documento privado, y nuevamente cuatro años y seis meses por concierto para delinquir y estafa.

Durante todo este proceso, las decisiones se sustentaron en la verificación de pruebas y testimonios, manteniéndose el equilibrio de garantías judiciales. Los datos relevantes fueron aportados por la Fiscalía General de la Nación y las sentencias dictadas por los juzgados Segundo y Quinto Penal del Circuito, los cuales determinaron tanto las absoluciones como las condenas en cada aspecto investigado.

¿Qué significa "concierto para delinquir"? - El término "concierto para delinquir" aparece en varias de las condenas impuestas a la acusada. Se trata de una figura jurídica que describe el acuerdo entre varias personas para participar colectivamente en la comisión de delitos. En este caso, la mención recurrente de este delito es relevante porque explica que los hechos imputados no se desarrollaron de manera aislada, sino en el marco de actividades en las que participaron varios individuos con el objetivo de cometer fraudes y otros delitos conexos. Esta calificación penal agrava las sanciones impuestas y evidencia la compleja naturaleza de los casos analizados.