Santos, un presidente vanidoso y sin tiempo, y más opiniones del día
Columnistas de este domingo le piden al mandatario que se dedique a cosas más productivas que criticar a periodistas y debatir encuestas.
Los columnistas son monotemáticos por una razón poderosa
Porque el gobierno Santos también lo es. “El Presidente no tiene sino dos temas: la paz y Uribe. A la primera la considera el conjunto de todas las virtudes. Al segundo, el conjunto de todos los males”, sostiene la columnista de El Tiempo María Isabel Rueda.
Probablemente esos columnistas a los que se refiere el Presidente son monotemáticos por una poderosa razón: están comentando las noticias del Gobierno más monotemático de la historia”.
La periodista dice no entender cómo es que Juan Manuel Santos, heredero de una larga y poderosa estirpe de periodistas liberales, es capaz de pedir al actual director de El Tiempo que “advierta a uno que otro columnista que se han (sic) vuelto soberbios, monotemáticos y predecibles, y que esa es la receta más efectiva para seguir perdiendo lectores”.
Y que se atreva, todavía más, a exigir un cambio de actitud a los periodistas que informan con pesimismo sobre el futuro económico de la nación.
Que Santos se dedique a trabajar más y a criticar menos a los periodistas
Los malos signos del Gobierno se notan en el intento de control a la prensa. Esa es una de las afirmaciones que hace el columnista Mauricio Vargas en El Tiempo, como respuesta a los incómodos comentarios del Presidente sobre la visión ‘pesimista’ de la prensa colombiana y los ‘monotemáticos’ columnistas que lo critican.
A su juicio, Santos debería enfocarse en trabajar más y “liberarse de la vanidad de andar mirando las encuestas”. Le restan 480 días para culminar una tarea complicada: consolidar la desmovilización de 7.000 guerrilleros, desmarcarse de la corrupción, cuidar la economía y hacer frente a la dictadura chavista.
Ahora que el falso bolivarianismo que Caracas alimentó en América Latina cuando le sobraban los petrodólares está en retroceso, urge fraguar una amplia alianza con otros gobiernos del continente para exigir y garantizar que en Venezuela haya pronto elecciones libres y evitar así el derramamiento de sangre que ya vemos en las calles”.
A defender lo indefendible: “Que dejen gobernar a Peñalosa”
Para la exministra y columnista de El Tiempo Cecilia Álvarez Correa hablar en contra de la gestión del alcalde Enrique Peñalosa es ir “en contra de la ciudad”. Para ella, que fue la encargada en el primer gobierno Santos de mover el tema de infraestructura y movilidad como ministra de Transporte, lo que ha hecho Peñalosa es pensar a Bogotá como una ciudad mejor.
Por eso sostiene que:
Ese hombre cae mal, es tosco, imprudente y algunas veces primario, pero es, sin duda, un gran gerente para Bogotá que necesita concentrarse en lo que sabe hacer: gestionar la ciudad, en lugar de tener que dedicar buena parte de su agenda a lo que peor se le da: defenderse”.
¿Hay solución a la vista para combatir a los 19.000 pandilleros que hay en Bogotá?
Por lo menos no en a corto plazo. Las políticas sociales fracasaron hace mucho tiempo, dice el columnista Hugo Acero en diario El Tiempo y lo que le corresponde a las autoridades locales es hacer frente, a punta de control policial y de justicia, al desbordado fenómeno que afecta gravemente la seguridad en los barrios.
Si se quiere solucionar este problema, hay que ejecutar las dos acciones a la vez: por un lado, presencia y control de la policía en los barrios donde operan las pandillas, además de acciones de investigación criminal, coordinadas con la Fiscalía, orientadas a poner a disposición de la justicia a los adolescentes infractores de la ley penal o a los adultos que los utilizan; y por el otro, programas y proyectos preventivos hacia los jóvenes en riesgo de vincularse o vinculados, con acompañamiento psicosocial, ofertas ocupacionales, educativas, culturales, recreativas y actividades de servicio social en los barrios donde viven o en la ciudad”.
Por esta razón es que las élites se niegan a aceptar los acuerdos de paz
No quieren confesar las atrocidades en las que resultaron directamente responsables. Y eso que para ellos, los promotores del paramilitarismo en Colombia, dice León Valencia en Semana, no habrá cárcel ni “escarnio público”.
Los duros ataques a la justicia transicional lo que revelan es la falta de voluntad de las elites políticas más directamente involucradas en el conflicto, las que incurrieron en las mayores transgresiones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, para aceptar su responsabilidad y buscar una reconciliación que no les exige ni la cárcel ni el escarnio, sino la verdad y el compromiso de no volver a repetir los hechos”.
¿Ganó algo Estados Unidos bombardeando Siria?
En absoluto. Lo que está empezando a verse es que Donald Trump podría bombardear otros países para erigirse de nuevo como presidente de ese país, gracias al cubrimiento mediático que la prensa suele destacar cuando el poder militar se muestra en algún lugar lejano del planeta, dice el columnista y analista político Paul Krugman en El Espectador.
Las acciones llamativas, que se ganan uno o dos ciclos noticiosos, no son ningún sustituto de las políticas reales y coherentes. Cierto, su principal efecto duradero puede ser el de dilapidar la credibilidad de un gobierno”.
Trump, en definitiva, es un tigre de papel que apela a lo que mejor sabe hacer: crear efectos que confunden y que no resuelven los temas de mayor interés para ese país.
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