Dialogar en Colombia se ha vuelto muy difícil, y tres opiniones más

Nación
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Dialogar en Colombia se ha vuelto muy difícil: Pulzo le recomienda los columnistas de los medios nacionales e internacionales.

Un país que no intercambia serenamente ideas y no tiene la capacidad de discutir posturas opuestas sin demostrar agresividad es realmente una sociedad que no está preparada para un proceso de paz, afirma Cecilia López Montaño en su columna de El Tiempo.

Si se habla de que las Farc han entregado el 40 % de sus armas, la respuesta inmediata es que eso no significa nada, porque hay millones escondidas que ellos van a utilizar para atacar a Colombia, reitera la exministra.

“Cuando se respalda el artículo de ‘Semana’ que muestra cómo Colombia por simples razones económicas, olvidando todas las demás, está muy lejos de llegar al castrochavismo, denominación malintencionada y fantasiosa inventada por el uribismo, el rechazo de estos sectores es inmediato, y desconocen una realidad evidente. Colombia jamás tendrá los billones de dólares de que dispusieron Chávez y aun Maduro para hacer ese populismo que tiene destrozado a su país”.

Por último, López dice que es imposible convivir con el negativismo de muchos que lo han tenido todo y no quieren vivir ni ceder en nada.

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Consecuencias del proceso de paz se pueden comparar con una olla a presión

Los que apoyan la solución política del conflicto con las Farc consideran que hay que desactivar la olla que representa una sociedad dominada por un conflicto armado, señala Álvaro Forero Tascón en su columna de El Espectador.

Los que no aceptan el tránsito de las Farc a la legalidad consideran que el potencial de explosividad social y política de la olla a presión es tan grande que solo es posible evitar un estallido presionando firmemente la tapa militarmente, escribe el analista.

“El castrochavismo es la figura de la olla explotada. Surge del convencimiento de que no es posible abrirla lentamente para permitir que vaya saliendo el vapor hasta desactivarla”.

Él sigue con su ejemplo y dice que el tránsito del comunismo a la democracia es la figura de la apertura gradual de la olla.

Macron, imparable en Francia

La ola Macron se ha impuesto, el programa socioliberal centrista del movimiento La República en Marcha va a poder abrirse camino sin oposición real en el Parlamento, destaca la editorial de El País de España.

Desde que Macron ganó las elecciones ha desplegado prometedores gestos y mejores palabras y añade:

Las primeras propuestas están listas para cumplir con un programa que intenta conciliar medidas de la derecha, especialmente en economía, y de izquierda en el terreno social.

Y concluye que la propuesta de Macron llega en un momento difícil cuando las costuras de la Unión Europea se ponen a prueba con el Brexit, las tensiones con Moscú y Washington y el conato de rebelión de los países del Este.

Sin voto obligatorio habrá campo para los tramposos

Los argumentos en contra giran alrededor de la coartación de la libertad de los ciudadanos para ejercer su derecho, pero en esa línea también se coartaría la libertad con el servicio militar obligatorio, con los impuestos, con los peajes…, asegura Carlos Velásquez en su columna de El Nuevo Siglo.

Los abstencionistas, que protestarían por obligarlos a votar tienen tres opciones legales: voto en blanco, entregar el tarjetón no marcado o incluso anular el voto rayándolo, explica Velásquez.

“Lo que está en discusión es si la libertad es un fin en sí mismo o es un medio para alcanzar otros fines mayores; en el caso que nos ocupa el del fortalecimiento de la democracia”.

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