Agresiones ciudadanas contra la Policía favorecen a delincuencia común
En 3 años, cerca de 2.800 uniformados fueron agredidos mientras atendían llamados de la comunidad; 69 de ellos fueron asesinados.
Las delicadas cifras, que fueron reveladas por el programa Séptimo Día, demuestran que los ciudadanos perdieron el respeto hacia la autoridad y que no temen a ser aprehendidos tras agredir a un agente de la institución, porque la justicia no tiene dientes para corregir estas infracciones.
Y lo peor es que, mientras este tipo de respuestas equivocadas de la comunidad se hacen más cotidianas, los delincuentes celebran que los policías y la ciudanía se trancen en agresiones sin control.
Nosotros no nos escondemos ni mucho menos nos quitamos, porque sabemos que en caso de que ellos (los policías) vengan a hacernos algo, a requisarnos, a llevarnos, sabemos que la comunidad va a salir a pelear con ellos”, aseguró un presunto delincuente al programa.
Otro sujeto dijo a Séptimo Día: “A nosotros nos sirve que la gente irrespete la ley porque es protección para nosotros” y alguien más agregó que los delincuentes se sienten seguros porque pueden robar, hacer fleteos, puesto que saben que ya no hay autoridad en las calles.
“Las personas tienden a respetar más al delincuente, respetan al mafioso, al pandillero, al jíbaro (…). Cuando vamos a un procedimiento por lo general la gente se ofende”, agregó un subintendente del barrio Bachué, en Bogotá, que recibió 3 puñaladas en una asonada el pasado 6 de diciembre.
Ciudadanos consultados por Séptimo Día justificaron las agresiones contra los uniformados por los “excesos de fuerza o el abuso de autoridad” en operativos de rutina como requisas y chequeo de los documentos de identidad.
Sin embargo, lo que ellos ignoran, según repitieron agentes y oficiales de la Policía, es que la criminalidad, los delincuentes, las bandas, los ladrones o los asesinos, aprovechan los desórdenes para delinquir o sembrar el temor en otros sectores del barrio o de la ciudad.
“La Policía pierde el músculo y el sentido de autoridad y la capacidad de acción” con cada agresión ciudadana comentó al programa el general Jorge Enrique Rodríguez, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional.
No importan los llamados a respetar la autoridad porque la ciudadanía la sigue emprendiendo contra los uniformados que acuden a resolver conflictos de convivencia.
Por eso que el Nuevo Código Nacional de Policía faculta a los hombres de esta institución a cumplir misiones que antes estaban limitadas por la normatividad. Por ejemplo:
- Terminar protestas cuando haya alteraciones al orden público.
- Entrar a salas de cine que presenten películas para adultos, a buscar niños. Igual aplica para bares, prostíbulos y otros sitios exclusivos para adultos.
- Cerrar negocios donde se vendan celulares robados.
- Intervenir colegios para buscar e incautar bebidas alcohólicas o estupefacientes.
- Intervenir en riñas con o sin lesiones personales.
- Suspender fiestas y sellar negocios que excedan los niveles de ruido permitidos, incluso interrumpiendo la energía eléctrica.
- Trasladar preventivamente a personas borrachas a los nuevos centros de detención preventiva de la Policía, antiguamente conocidas como las UPJ.
Vea el informe de Séptimo Día:
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