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Quedó registrado la pelea que empezó con una mujer reclamándole al conductor porque no paró cuando ella pitó y empezaron los reclamos que terminaron en golpes.
Cerca de las 6:30 p.m., el hecho se presentó al interior de un bus de la ruta P21, sobre el corredor de la Autopista Simón Bolívar de Cali. Por su parte, la mujer que fue agredida por el conductor del Mío relato que:
“En la parada de la Calle 25 con carrera 83A y 83B, que es la del Ingenio, la única parada es un puente, el conductor frenó muy atrás. Cuando cerró las puertas y arrancó, yo volví a pitar para que me dejara en el lugar que era, pero él me miró por el retrovisor y siguió”.
Frente a esto, la mujer empezó a grabar con su celular para dejar evidencia de la situación y se dirigió hacia el conductor para pedirle que hiciera el respectivo pare. Sin embargo éste le dijo: “No me estés grabando,… ¿Qué es lo que querés hacer pues?”, exclamó de mala gana el conductor del Mío, donde golpearon a un presunto abusador.
En el video, difundido en redes sociales, se logra ver cómo el conductor le laza golpes a la pasajera.
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Ante las constantes agresiones por parte del conductor, un hombre que también se encontraba dentro del mismo bus, salió en defensa de la mujer. A su vez, los demás pasajeros se unieron para repudiar el acto.
Sin embargo, la persona que conducía el bus justificó su comportamiento argumentando que: “Ella es la que me está faltando al respeto, ella no tiene por qué estar grabando”.
Finalmente, la pasajera se bajó del bus y se dirigió a la estación Universidades para pedirle ayuda a la Policía. Sin embargo, según relata la mujer, le contestaron que se debía contactar con Metrocali para poner la queja.
Los conductores, responsables de transportar a cientos de personas, enfrentan más que el desafío de manejar largas jornadas; lidian con el estrés y la ira de los pasajeros, especialmente durante las horas pico, donde la intolerancia es común. Agresiones verbales y físicas son situaciones recurrentes, generando una carga emocional que va más allá de sus responsabilidades operativas.
El vandalismo, que va desde quejas hasta robos, contribuye a un ambiente tenso y peligroso. Incidentes como la rotura de retrovisores y agresiones verbales afectan la seguridad y la operatividad del servicio.
A pesar de que el MIO se creó para abordar los problemas de transporte en Cali, los conductores enfrentan dificultades adicionales debido a la falta de cultura ciudadana y el descontento de los usuarios. Esta tensión emocional impacta no solo a los conductores, sino a toda la comunidad caleña, creando un círculo vicioso de tensiones.