Destaparon qué hacía el hijo de inspector de Policía en el barrio donde encontró la muerte

La reciente declaración del escolta del joven, Sergio Felipe Rico Rueda, ha agregado nuevos elementos clave a la investigación.

El incidente ocurrió el pasado domingo 24 de noviembre en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá, tras una violenta riña. Según el informe forense, Rincón murió por un impacto de bala en el tórax que le causó una hemorragia fatal. Sin embargo, su cuerpo presentaba múltiples golpes y fracturas, lo que sugiere que fue brutalmente agredido antes de recibir el disparo.

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En la escena del crimen, un video muestra el caos posterior al tiroteo: policías rodeando el cuerpo sin vida de Rincón, testigos gritando acusaciones y un escolta aparentemente explicando los hechos a las autoridades. Este escolta, que llevaba 18 meses trabajando con Rincón, fue señalado tanto por la Fiscalía como por la defensa del principal sospechoso, Andrés Camilo Sotelo Torres, como una figura central en la tragedia.

Un relato contradictorio

En su declaración, Rico Rueda describió los momentos previos al altercado. Según él, Rincón fue contactado por una joven que sería su pareja sentimental y acudió al barrio Quiroga a conocer a sus padres. Una vez en el lugar, fueron interceptados por dos hombres acompañados de un perro. Rincón fue golpeado y sus bolsillos revisados, lo que llevó al escolta a intervenir, identificándose como Policía Nacional. Según su relato, uno de los agresores sacó un arma y comenzó a disparar.

La Fiscalía reveló que hubo dos armas involucradas en la escena: una pistola SIG Sauer y un revólver Dan Wesson. Mientras que el revólver fue entregado por la hermana de Sotelo, el escolta habría utilizado la pistola en su intento de defender a su protegido. No obstante, la defensa de Sotelo asegura que Rico Rueda disparó indiscriminadamente, llegando incluso a vaciar el cargador, y que podría haber sido el responsable del disparo que mató a Rincón.

El papel de Sotelo y las menores involucradas

Andrés Camilo Sotelo, de 27 años, ha sido acusado por homicidio agravado y porte ilegal de armas, pero su audiencia ha sido aplazada debido a heridas de bala que sufrió en el enfrentamiento. Sotelo alega inocencia, asegurando que el arma utilizada por él era traumática y no de fuego real. Su defensa también apunta al escolta como el principal responsable, señalando que fue él quien hirió tanto a Rincón como a otros presentes.

El móvil del crimen podría estar relacionado con unas supuestas conversaciones entre Rincón y una de las menores involucradas. Según los testimonios, la joven alertó a su familia al reconocer al joven en el barrio, lo que desató el enfrentamiento.

Dudas que persisten

La investigación está lejos de resolverse. Aunque el escolta señaló a Sotelo como el autor del disparo mortal, las pruebas balísticas y las declaraciones de los testigos plantean serias dudas. La Fiscalía ha encontrado al menos diez cartuchos de bala en la escena, lo que sugiere un tiroteo más complejo de lo inicialmente previsto.

Por ahora, las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. El testimonio del escolta y los análisis forenses serán fundamentales para esclarecer el caso que, por su alto perfil, mantiene a la opinión pública expectante.