Amenaza de paro armado en toda Colombia acabó con actos terroristas en Catatumbo y Cesar

El Eln destrozó una vía, derribó una antena de comunicación, asesinó a un militar y quemó buses en esos sectores. El resto del país estuvo en alerta máxima.

En las 72 horas del denominado paro armado, que terminaría a las 6:00 de la mañana de este lunes, los subversivos de ese grupo ilegal detonaron artefactos explosivos que fueron colocados en el sector conocido como La Marmoleja, Norte de Santander, lo que dañó la vía que comunica a Cúcuta con la Costa.

Posteriormente, los delincuentes detonaron una antena de telefonía de Claro, en el Catatumbo —en el mismo departamento— región en la que también hubo un ataque con un carro bomba, intercambio de disparos en la frontera con Venezuela y donde asesinaron a un militar del Batallón de Operaciones Terrestres Número 8.

En el Cesar, por su parte, delincuentes de ese mismo grupo atacaron a tiros un autobús con pasajeros e incendiaron otro en una carretera del departamento, hechos que dejaron una persona herida.

En la madrugada de este lunes, Blu Radio reportó la explosión de un artefacto en el puente García Herreros, de Cúcuta, además de un cruce de balas de encapuchados que, presuntamente, harían parte del Eln, mientras que en Villa del Rosario (Norte de Santander) se encontraron tres cilindros cerca a un colegio, y a un conjunto residencial que fue evacuado.

El temor por la amenaza del paro armado dejó otras afectaciones como el incremento de los precios de los principales alimentos (como la papa) en Valle del Cauca, según Caracol Radio, y pérdidas en el transporte marítimo de más de 800 millones de pesos, ya que 112 embarcaciones de cabotaje no prestaron el servicio desde el puerto Buenaventura hacía varias regiones del país.

Asimismo, en Buenaventura, se cerró el comercio por el temor de la amenaza del Eln, agregó El País, de Cali.

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En otros departamentos como Huila, Caquetá, Cauca, y Córdoba disminuyó la salida de buses intermunicipales, desde las terminales de transporte, según el último reporte de la Asociación para el Desarrollo Integral de Transporte Terrestre Intermunicipal (Aditt) —citado por el diario— que señaló que la disminución del despacho de vehículos fue del 21 %.

Grandes ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali no tuvieron actos terroristas.