Ataque con drones en Cesar: seis militares muertos y 31 heridos expone nueva táctica del ELN en Colombia

El Ejército colombiano comunicó recientemente una grave situación ocurrida en el caserío El Juncal, jurisdicción de Aguachica, en el departamento de Cesar, al informar que seis de sus militares fueron asesinados y 31 resultaron heridos tras un ataque armado. Según el comunicado oficial, de los lesionados cinco requirieron atención médica especializada mientras que 26 permanecen en observación, a la espera de su recuperación total.

Este incidente tuvo como escenario la Base Militar del 27, adscrita al Batallón de Infantería No. 14 Antonio Ricaurte, y fue ejecutado por el Frente Camilo Torres, una facción reconocida de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El ataque se llevó a cabo utilizando drones adaptados para transportar y lanzar explosivos de fabricación improvisada –una táctica señalada expresamente como terrorista por el Ejército–, que arrojaron indiscriminadamente artefactos mortales sobre los uniformados que se encontraban descansando tras una jornada de entrenamiento.

Las identidades de los seis militares caídos, Jaime Alejandro Cárdenas Ramírez, Mateo Pino Pulgarín, Juan David Pérez Vides, Kevin Andrés Méndez Torres, Jhon Fredy Moreno Sierra y Brandon Daniel Valderrama Martínez, fueron confirmadas por las autoridades, evidenciando el alto costo humano del ataque para las fuerzas estatales. En entrevistas concedidas a medios como Blu Radio, el comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo, contextualizó que esta modalidad de agresión con drones tiene precedentes documentados: desde abril de 2024, el Ejército ha registrado 395 atentados de este tipo en el país, consolidando esta amenaza tecnológica como un fenómeno creciente dentro del conflicto armado colombiano.

La base afectada se encuentra en una región donde mantiene gran influencia el ELN, organización que recientemente protagonizó cerca de cien acciones armadas durante un paro de 72 horas en diversos departamentos, según los reportes institucionales.

La magnitud del desafío fue subrayada por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, quien expresó su firme rechazo al uso de drones para atentados y enfatizó que, aunque alrededor del 95% de estos ataques han sido neutralizados por las Fuerzas Militares, el ritmo y la sofisticación de la amenaza aumentan de manera exponencial, comprometiendo así la seguridad nacional. Este último atentado ha vuelto a poner en el foco la urgencia de adoptar estrategias integrales para frenar el avance tecnológico de grupos armados ilegales.

En paralelo a estos sucesos, el conflicto no ha cesado en otras regiones del país: disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) protagonizaron la toma de la localidad de Buenos Aires, Cauca, durante más de siete horas, dejando como saldo ocho policías heridos y parte de la infraestructura local destruida, según detallan fuentes oficiales como Crónica del Quindío. La escalada de violencia evidencia la persistencia de desafíos estructurales para el Estado colombiano, especialmente ante el uso innovador de nuevas tecnologías por actores armados no estatales.

¿Cómo ha transformado el uso de drones el desarrollo y la dinámica del conflicto armado colombiano?

El empleo de drones ha representado para los grupos armados una ventaja estratégica significativa dentro de las confrontaciones, permitiendo ataques a distancia y con mayor capacidad de sorpresa, según lo destaca el reciente informe del Ejército colombiano. Este tipo de tecnología plantea interrogantes sobre la respuesta operativa de las Fuerzas Militares y la adaptación de sus tácticas y defensas, además de agregar un componente adicional de riesgo para la población civil y los miembros de las fuerzas estatales.

La preocupación frente al uso de drones reside en su rápido despliegue, bajo costo y facilidad de modificación para portar explosivos, factores que modifican el equilibrio del poder en el terreno y demandan nuevas estrategias de prevención, control y defensa. La persistencia de este fenómeno señala la necesidad de una discusión amplia sobre el impacto de la tecnología en los conflictos modernos y los retos que enfrenta la seguridad nacional ante su expansión.