En casa del sur de Bogotá encontraron pertenencias de Aída Merlano; ¿allá se escondió?

La información se conoció en la audiencia de legalización de captura de la hija de la exsenadora que se adelanta en los juzgados de Paloquemao, en la capital.

La jueza encargada del caso reveló que un informante llevó a la Fiscalía a hacer un allanamiento en una vivienda en el barrio Santa Catalina, de la localidad de Kennedy, en el suroccidente de la ciudad, informó El Tiempo.

Los datos de esa “fuente humana” indicaban que hasta allí podía haber llegado Merlano porque se evidenció “la presencia de personas que por sus características (físicas) pueden coincidir” con las de la fugitiva o algunos de sus cómplices, citó El Espectador.

El fiscal reveló, según los medios, que la información se obtuvo del informante el pasado 3 de octubre, un día después las pruebas llegaron a un juzgado, que ese mismo día aprobó la diligencia que se adelantó durante las primeras horas de la mañana.

Pese a que en el edificio de tres pisos con fachada de ladrillo no estaba Merlano, sí había documentos –como una fórmula médica y otros papeles– a nombre de la excongresista y un celular.

El Tiempo agregó que las autoridades también allanaron el apartamento del ortodoncista Javier Cely donde incautaron como pruebas “6 iPad, 10 iPhone, más de 10 USB y, al menos, 3 computadores”.

Entre tanto, a la joven Aída Victoria Merlano Manzaneda se le retuvieron “un celular iPhone, un bolso de mimbre beige, un documento en el que consta su corrección de nombre en el registro civil con fecha 22 de enero del 2019, una cuenta bancaria con saldo de 178 millones de pesos y otra con 34 millones de pesos y un vehículo Kya sport negro modelo 2014, a nombre de Vanessa Victoria Merlano [su anterior nombre]”, añadió el diario.

La juez del caso pidió legalizar esos elementos, a excepción del bolso y el vehículo, porque consideró “desproporcionado” que se le incautaran todos esos bienes a la joven de 20 años, incluida una escritura que portaba en el momento de su captura.

En esa diligencia también se legalizó la captura de Cely y de Merlano Manzaneda, pese a que su defensa había pedido declararla ilegal asegurando que agentes le apuntaron con armas, lo que considera innecesario porque ella se había ofrecido a colaborar y comparecer ante las autoridades.