Régimen venezolano asegura que expulsó de su espacio a aeronave de inteligencia de EE.UU.

El hecho habría ocurrido la tarde de este viernes y la dictadura denunció una "franca provocación" y la violación de tratados internacionales sobre soberanía.

“El Sistema de Defensa Aeroespacial CODAI detectó e interceptó aeronave (de Estados Unidos) EP-3E, de inteligencia y exploración radio electrónica en nuestra región de información de vuelo Maiquetía“, informó el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada venezolana (Ceofanb) en su cuenta de Twitter.

En Maiquetía, sede de la principal terminal aérea del país, que sirve a Caracas, las autoridades diplomáticas de Venezuela recibieron esta misma jornada a los miembros de más de 100 delegaciones que tomarán parte este fin de semana en el buró de coordinación del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal).

Entre ellos estaba el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, cuya visita al país sudamericano es cuestionada por Estados Unidos.

En otro mensaje, el Ceofanb destacó que la aeronave expulsada “es un avión de cuatro motores, de ala baja, de inteligencia y guerra electrónica, que utiliza equipos de última generación para incursionar e interferir sistemas de comunicaciones“.

En tanto que el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, dijo durante un acto televisado que “cosas como esa pasan casi todos los días” en los mares y cielos venezolanos.

“Al Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica que día a día nos ofende: desde el corazón de la Fuerza Armada les expresamos que hemos decidido para siempre ser libres, independientes y soberanos”, añadió más tarde en Twitter.

Venezuela y Estados Unidos mantienen relaciones tirantes prácticamente desde la llegada del chavismo al poder, en 1999, pero la tensión se agudizó en enero pasado, cuando el Gobierno de Donald Trump reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino, al igual que otras 53 naciones.

Este reconocimiento a Guaidó hace parte de la iniciativa estadounidense que arrancó hace casi seis meses para desalojar del poder a Maduro, a quien el Gobierno de Trump le ha pedido en numerosas ocasiones que dé un paso al costado y convoque a elecciones “libres y transparentes”.