'Peones en el juego de guerra de Putin': mujeres africanas atraídas a fábricas de drones
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Visitar sitioRusia ha sido acusada de hacer falsas promesas para reclutar a mujeres jóvenes de toda África para trabajar en fábricas de ensamblaje de drones. Las mujeres fueron coaccionadas para ensamblar drones kamikaze Shahed-136 en una zona peligrosa que ha sido bombardeada repetidamente por Ucrania.
Rusia ha sido acusada de hacer falsas promesas para reclutar a mujeres jóvenes de toda África para trabajar en fábricas de ensamblaje de drones. Las mujeres fueron coaccionadas para ensamblar drones kamikaze Shahed-136 en una zona peligrosa que ha sido bombardeada repetidamente por Ucrania.
El Gobierno sudafricano ha abierto una investigación y emitido una advertencia a sus ciudadanos después de que Rusia fuera acusada de hacer falsas promesas para reclutar a mujeres jóvenes de toda África para trabajar en fábricas de ensamblaje de drones.
Varias ‘influencers’ sudafricanas que fueron empleadas por el programa Alabuga Start de Rusia pidieron disculpas tras viajar a la región y realizar videos promocionales.
Según investigaciones de fuentes abiertas, a las mujeres se las coaccionó para ensamblar drones kamikaze Shahed-136 en una zona peligrosa que ha sido bombardeada repetidamente por Ucrania, bajo la falsa promesa de trabajos en hostelería.
Mujeres de entre 18 y 22 años fueron engañadas para viajar a la Zona Económica Especial de Alabuga, en la república rusa de Tartaristán, donde se las utiliza para ensamblar drones Shahed-136 de diseño iraní en un área que es objetivo de ataques aéreos de Ucrania.
Les están vendiendo el falso sueño de viajar y de un trabajo legítimo.
“Estas mujeres están siendo usadas como peones en el juego de guerra de Putin”, dijo a France 24 Spencer Faragasso, investigador sénior del Institute for Science and International Security (ISIS).
“Se enfrentan a riesgos para sus vidas porque, al fin y al cabo, se trata de un objetivo militar legítimo y ellas se están involucrando en una guerra activa”.
ISIS, una institución no gubernamental que monitorea el programa nuclear de Irán, se interesó por Alabuga cuando una delegación iraní viajó allí en enero de 2023.
Alabuga es un gran emplazamiento industrial con historial de manufactura, pero sin experiencia en ensamblaje de drones. Cuando el fabricante ruso de drones Albatross LLC también viajó al lugar al mismo tiempo que la delegación iraní, Fargasso dijo que “la coincidencia era demasiada”.
ISIS utilizó métodos de investigación de código abierto, incluido el rastreo de publicaciones en redes sociales y la revisión de imágenes satelitales, para descubrir la construcción de fábricas de drones y dormitorios en Alabuga.
Rusia ha sufrido escasez de mano de obra no cualificada debido a su guerra en Ucrania. Para encontrar nuevas reclutas más baratas, puso en marcha el programa Alabuga Start, dirigido a mujeres de 18 a 22 años, principalmente de África pero también de Sudamérica y el sur de Asia. Se focaliza en países con alto desempleo, como Sudáfrica, donde la tasa entre mujeres jóvenes es del 57%.
Representantes del programa visitaron la escuela secundaria Beyers Naude, en Soweto (Johannesburgo), en abril, ofreciendo a los estudiantes vuelos gratis a Rusia, camisetas de Alabuga y la promesa de futuras oportunidades laborales si se unían.
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El sitio web de Alabuga señala que las reclutas reciben formación y luego trabajan en hostelería o construcción, sin mencionar la fabricación de armamento.
“Cuando llegan a Alabuga, la mayoría sufre un duro despertar. Y hemos estimado que al menos el 90% de estas mujeres son asignadas a trabajar en la fábrica de drones Shahed-136”, dijo Fargasso. “Les están mintiendo y engañando para que hagan algo que no se corresponde con la realidad”.
ISIS ha rastreado al menos tres ataques contra la Zona Económica Especial desde abril de 2024, incluido un ataque aéreo a un dormitorio que alojaba a mujeres reclutadas por el programa Alabuga Start.
“No nos sorprendería ver más ataques en Alabuga, dada la importancia del sitio”, afirmó Fargasso.
Fargasso instó a los países a tomar medidas para evitar que sus ciudadanos viajen a Alabuga, para no exponerse a “sanciones secundarias por parte de Estados Unidos o de la UE y sus aliados”.
“Al fin y al cabo, se trata de una instalación de producción de guerra y es una entidad sancionada”, dijo Fargasso.
Las influencers piden disculpas
El programa Alabagu Start empleó a ‘influencers’ sudafricanas como parte de su campaña de marketing para reclutar jóvenes de su país. Varias influencers, algunas con millones de seguidores, fueron llevadas a Alabuga e hicieron videos promocionales entrevistando a trabajadoras que luego publicaron en sus redes sociales a cambio de dinero.
Una de ellas fue Cyan Boujee, que publicó un video para sus 1,7 millones de seguidores en TikTok alentando a la gente a unirse a Alabuga.
Tras acumularse acusaciones de trata de personas, falsas promesas de empleo y esclavitud moderna por parte de medios como Associated Press y Bloomberg, el Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica (DIRCO) emitió una advertencia a las mujeres jóvenes al solicitar trabajos en línea.
El director general adjunto de DIRCO, Clayson Monyela, confirmó a France 24 que la presencia del programa Alabuga Start en Sudáfrica está bajo investigación.
Tras el creciente rechazo, las influencers que promocionaron el programa retiraron sus publicaciones y pidieron disculpas públicamente.
“He estado callada porque estaba esperando a que el programa publicara un comunicado en mi nombre”, dijo Cyan Boujee en un video. “La trata de personas es un asunto muy, muy serio. Y no apoyo eso. Creo que esto es una gran lección para mí y para todas las demás influencers”.
“Tenía cuatro videos más para publicar en mi TikTok e Instagram y solo me iban a pagar después de publicar”, añadió.
La influencer, cuyo nombre real es Honour Zuma, dijo que los representantes de Alabuga le habían mostrado videos de otras personalidades de Internet promocionando el programa, lo que la convenció de trabajar con ellos. Afirma que desconocía las condiciones que supuestamente enfrentan las trabajadoras en Alabuga cuando viajó allí.
“Demasiado bueno para ser verdad”
El auge de las redes sociales y el alcance de las influencers ha impulsado la difusión de información no verificada en línea, creando un caldo de cultivo en el que las estafas pueden prosperar. Y las ofertas de trabajo no son la excepción.
Una experta en reclutamiento sudafricana dijo a France 24 que hay varias señales de alarma que deben tenerse en cuenta. “Sea cautelosa con cualquier oferta de trabajo que parezca demasiado buena para ser verdad”, dijo Trinisha Screeramalu, ‘executive recruiter’ en Empire Recruitment.
“Señales de alarma importantes incluyen la ausencia de presencia verificable de la empresa, contratos vagos o inexistentes, pagos por adelantado y presión para actuar con urgencia. Los empleadores legítimos nunca apresuran a los candidatos”.
Screeramalu advirtió que están en aumento los empleadores malintencionados en África.
“Estamos viendo un incremento de estafas de reclutamiento, impulsadas en gran medida por el alto desempleo juvenil y la limitada conciencia sobre los procedimientos adecuados de contratación”, afirmó.
Ni el programa Alabuga Start ni la embajada rusa en Pretoria respondieron a una solicitud de comentarios de France 24. No obstante, la embajada emitió un comunicado en agosto respecto a las acusaciones contra el programa.
“La Embajada ha tomado nota de las crecientes preocupaciones en torno al programa Alabuga Start, desencadenadas por el artículo de Bloomberg”, decía el comunicado.
“Muchos comentaristas se apresuraron a acusar a Rusia de ‘trata de personas’ y ‘explotación’ basándose en alegaciones infundadas. Es preciso subrayar que la Embajada no tiene información, aparte de la difundida por algunos medios sesgados, de que ciudadanos extranjeros estén siendo sometidos a trabajos forzados, engañados para realizar ciertas acciones o experimentando violaciones de sus derechos en el curso del programa”.
Expansión masiva de la producción de drones
Mientras tanto, los directivos de Alabuga no ocultan sus operaciones y siguen adelante con una expansión. Timur Shagivaleev, director general de Alabuga, apareció en la televisión rusa en julio para guiar a un entrevistador por una fábrica de drones.
En el video se muestran miles de drones Shahed-136 y Shagivaleev parece jactarse de su capacidad de producción.
Rusia lanzó más de 180 drones tipo Shahed por día en septiembre, según ISIS, lo que impulsa la necesidad de aumentar la producción.
Mediante imágenes satelitales, el instituto detectó la construcción en 2025 de 200 nuevos edificios de apartamentos que pueden alojar a más de 41.000 personas, casi duplicando la población de la zona.
Y el ISIS cree que Alabuga podría aspirar a impulsar la producción de drones más allá de su esfuerzo bélico en Ucrania.
“A más largo plazo, Alabuga podría estar buscando exportar drones, con posibles clientes en Corea del Norte, Irán u otros países indiferentes a las sanciones contra Rusia”, señaló el ISIS en un informe reciente.
Este artículo es una adaptación de su original en inglés
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