Toda el agua sucia le cae al FBI por masacre en escuela de la Florida

“Me voy a convertir en un pistolero de escuela profesional”, dijo Nikolas Cruz en un video publicado en YouTube el pasado mes de septiembre. 5 meses después entró armado al colegio y mató a 17 personas.

Un informante, Ben Bennight, lo informó oportunamente al FBI sobre el comentario, pero el organismo “verificó las bases de datos públicas y policiales de cualquiera que pudiera ser motivo de preocupación… pero no pudo identificar a la persona que dejó el comentario (en YouTube)”, dijo un agente citado por el periódico The Washington Post.

Este es un pantallazo del comentario que Cruz había escrito en YouTube:

El FBI ha sido cuestionado porque, a pesar de que se les entregó el nombre del autor del comentario, dijo que le fue imposible determinar quién lo había publicado.

Pero este es apenas una de las alertas (o banderas rojas) que no fueron tomadas en cuenta: Cruz ya había publicado en sus redes sociales fotos con animales muertos y armas. Otras alertas tenían que ver con el comportamiento problemático en el colegio de Cruz.

Pero nadie hizo nada.

“¿Hicimos lo suficiente en este caso? Claramente, si usted ve lo que pasó… la respuesta fácil es que no. Sin embargo, el FBI recibe un torrente de pistas y debe tomar decisiones difíciles sobre cuáles seguir”, le dijo a The Washington Post Ron Hosko, exdirector asistente.

Como si fuera poco, en enero el FBI fue advertido de que Cruz quería matar, y tampoco hizo nada.

The New York Times informa que el informante había dicho que Cruz tenía “deseo de matar gente, comportamiento errático y publicaciones perturbadoras en redes sociales” y advertía al FBI del riesgo “potencial de llevar a cabo un ataque con armas a la escuela”.

El FBI reconoció que no se habían seguido los protocolos en este caso y que no había realizado investigación adicional.