España: la ultraderecha se fortalece en Extremadura y crecen los temores previo a elecciones nacionales

La presidenta de Extremadura y candidata del conservador Partido Popular (PP) para revalidar el cargo, María Guardiola, ganó las elecciones del domingo en esa región al conseguir 29 diputados. Sin embargo, se trata de solo un asiento más de lo que alcanzó en 2023, un resultado insuficiente que obligará al PP a cogobernar con Vox, bancada de ultraderecha que se fortalece. El PSOE–partido del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sufrió una debacle al retroceder en diez escaños, su peor resultado histórico. 

El PP gana las elecciones, pero con escaños insuficientes; el ultraderechista Vox se fortalece y el Partido Socialista sufre un batacazo. Los resultados en las elecciones de la comunidad de Extremadura aumentan los temores de un probable crecimiento de la extrema derecha en las próximas elecciones nacionales de España.

Con casi el 92 % de los votos escrutados, el Partido Popular (PP) consiguió 29 diputados, uno más de los que alcanzó en 2023. Por tanto, insuficientes para llegar a la mayoría absoluta de 33 escaños.

Bajo este panorama, la presidenta de la región y miembro del PP, María Guardiola, no podrá alcanzar su objetivo de no depender de ningún otro partido político para gobernar y tendrá que mirar, en principio, a la formación ultraderechista Vox, que casi ha duplicado sus diputados.

Vox, la bancada antiinmigración y que por años ha negado la existencia de la violencia de género, se fortalece tras pasar de cinco a 11 escaños en el Parlamento extremeño.

Otro partido que se vio beneficiado con estos comicios anticipados fue la bancada de izquierda Unidas, que pasó de cuatro a siete escaños.

Pero la gran derrota la sufrió el Partido Socialista Obrero Español-la bancada del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al obtener diez escaños menos que en las elecciones locales previas: pasa de 28 a 10 asientos en la Asamblea extremeña, su mínimo histórico.

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Dimite líder del PSOE en Extremadura tras derrota histórica

Tras la debacle en las elecciones locales, líder del PSOE en Extremadura y candidato a gobernar la comunidad, Miguel Ángel Gallardo, renunció a la dirección regional del partido.

“El resultado del PSOE es muy malo, sin paliativos”, había reconocido Gallardo, incluso antes de que concluyera el conteo, cuando ya se veía que los socialistas se constituían como la segunda fuerza de la región, pero con una considerable distancia del PP.

Gallardo convocó a una reunión de urgencia de la Ejecutiva de la bancada en Extremadura, donde finalmente este lunes presentó su renuncia.

En los últimos meses, la bancada oficialista a nivel nacional ha experimentado una etapa compleja por supuestos casos de corrupción y de acoso sexual por parte de algunos hombres contra mujeres al interior de la bancada política. Bajo ese panorama, en Extremadura, Gallardo, arrastraba estar pendiente de un juicio por la contratación en una institución pública del hermano del presidente del Gobierno.

El PP, sacudido por años por escándalos de corrupción y más recientemente altamente cuestionado por la gestión de la DANA, en la Comunidad Valenciana, donde 229 personas murieron, ha logrado mantenerse a la cabeza en los comicios extremeños, mientras el PSOE se hunde, una situación que ha sido interpretada por los analistas políticos como la muestra de que los votantes de inclinación socialista han optado por no acudir a las urnas, mientras los simpatizantes de la derecha siguen respaldando a su partido, independientemente de los escándalos.

Por su parte, la ultraderecha logró redoblar sus escaños pese al presunto desvío de fondos recogidos para las víctimas de la DANA a manos de la Revuelta, la rama de joven de Vox. Y a pesar de la denuncia de acoso sexual a un menor de edad por parte del responsable de las redes sociales de la bancada, Javier Esteban.

Pero al PSOE, a juzgar por los resultados, su electorado le ha dado la espalda en Extremadura. Toda la atención está puesta en si esta sería o no un panorama cantado de lo que podría ocurrir en las próximas elecciones generales a nivel nacional, previstas para 2027. Sin embargo, podrían verse anticipadas ante las presiones de la oposición, los escándalos de corrupción que salpican a miembros del partido oficialista y el bloqueo en el Congreso para aprobar nuevas leyes, luego de que Junts per Catalunya anunciara que se desliga de votar junto a la bancada del Gobierno.

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