Ministro italiano, enredado en polémica por supuesto amaño; habría editado video sensible

Las denuncias de censura se suceden en Italia después de que la televisión pública RAI emitiera el discurso de un ministro del Gobierno de Giorgia Meloni que fue silbado y abucheado en un festival, pero modificado con retoques de sonido, por lo que, en su lugar, solo se escuchan aplausos.

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El ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, recibió silbidos y abucheos del público cuando hablaba, pero en la emisión de la cadena pública solo se oyeron aplausos por los retoques de la productora externa encargada de grabarlo para la RAI, según medios locales y vídeos grabados por asistentes difundidos en redes sociales.

Los hechos sucedieron en la gala del festival literario Tabouk, en el Teatro Antiguo de Taormina en Sicilia (sur de Italia), el pasado 22 de junio, cuando Sangiuliano subió al escenario para entregar un premio al nobel Jon Fosse, pero fue este jueves cuando que se viralizó la transmisión.

Ante la polémica suscitada, la dirección de la televisión pública aseguró que no intervino ni hizo cambios de edición en el discurso de Sangiuliano. Según remarcó, todo ello fue grabado, transmitido y proporcionado a la RAI por una productora contratada por el Festival de Taormina.

“Se ocupó de todos los aspectos de la producción, sin ninguna participación de los recursos y el personal de la RAI”, dijo anoche la cadena en un comunicado, en el que remarcó que “pedirá explicaciones por aclarar lo sucedido”.

Lo sucedido ha vuelto a levantar polémica y acusaciones de censura en el país, donde en los últimos tiempos se ha denunciado que el Ejecutivo ultraderechista de Meloni socava la libertad de expresión y busca tener un mayor control de los medios públicos para aplacar las voces críticas que ponen en cuestión el discurso oficialista.

Qué pasó con el congresista en Italia

El principal sindicato de periodistas de la cadena pública, Usigrai, criticó lo sucedido y lamentó “el abismo en el que ha ido a parar el producto informativo” de la cadena, en parte por la contratación externa de servicios, con “contenidos que acaban en los programas informativos de la RAI sin ningún control editorial”.

“Si la ‘mayor industria cultural del país’ ni siquiera es capaz de verificar lo que emite, quien dirige la empresa debe sacar conclusiones o demostrar que tiene soluciones capaces de resolver las expectativas legítimas de los ciudadanos y los empleados”, dijo Usigrai en un comunicado.

Los diputados de la fuerza opositora Partido Demócrata (PD) del Comité de Cultura del Parlamento italiano condenaron lo sucedido y tacharon lo sucedido de “vergonzoso, digno de la televisión estatal de Kim Jong Un”.

“Es esta la prensa del régimen, no aquella con la que la primera ministra Meloni choca ideológicamente todos los días”, agregaron los mismos parlamentarios.

 

En mayo pasado, los periodistas de la cadena pública fueron a la huelga para “defender su autonomía e independencia” del “control de la política” y de “los intentos de censura”, mientras la oposición política ha acusado a la dirección de haber convertido la RAI en “Telemeloni”.