Multimillonario afro exige US$ 14 billones a EE. UU. en indemnizaciones por esclavitud

Robert L. Johnson, fundador de Black Entertainment Television (BET), cree que esta medida mitigaría los efectos de siglos de desigualdad y discriminación.

Johnson, en diálogo con la cadena CNBC, dijo que “ahora es el momento de ir a lo grande”, refiriéndose a la causa de la raza negra en EE. UU., que desde hace una semana protesta contra la discriminación tras la muerte de George Floyd.

“La transferencia de riqueza es lo que se necesita. Piensa sobre esto, desde hace más de 200 años de esclavitud, el trabajo realizado sin compensación es una transferencia de riqueza. La negación del acceso a la educación, que es el principal impulsor de la acumulación de ingresos y riqueza, es una transferencia de riqueza”, analizó Johnson en ese medio.

En ese sentido, el multimillonario afroamericano cree que esa fortuna (14 billones de dólares) ayudaría a cerrar esa brecha entre blancos y negros en EE. UU.

“Los daños son un factor normal en una sociedad capitalista para cuando te han privado de ciertos derechos. Si este dinero entra en los bolsillos como los cheques de estímulo del coronavirus … ese dinero volverá a la economía en forma de consumo. También habrá más negocios propiedad de negros”, agregó Johnson en la cadena estadounidense.

Robert L. Johnson, el primer multimillonario negro en Estados Unidos al vender BET en el 2001, dijo que esta causa a la que apunta no es nueva y que la tiene como prioridad desde el año pasado.

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Y aunque sabe que no es una idea casi utópica, sueña con que llegue el día en que “los blancos reconozcan que los daños que se deben” por la esclavitud y la brecha que se formó en los últimos 200 años.

“No estoy hablando de más programas burocráticos que no funcionan. Estoy hablando de efectivo. Somos una sociedad basada en la riqueza. Esa es la base del capitalismo”, finalizó en CNBC el fundador de BET.

Mientras tanto, más de 140 ciudades en Estados Unidos se han unido al grito de protesta de los negros que inició en Mineápolis, ciudad donde fue asesinado por un policía George Floyd.

Sin embargo, las manifestaciones se han tornado violentas, por lo que el presidente Donald Trump decidió militarizar varias ciudades y exigió a los diferentes gobernadores encarcelar a los protestantes para finalizar con estos hechos.