Marine Tondelier, la líder que revive a los Verdes franceses

La secretaria general del partido ecologista francés ganó visibilidad durante la campaña electoral legislativa tras la disolución de la Asamblea Nacional. Marine Tondelier, de 37 años, se convirtió en un pilar de la unión de izquierdas y aspira a captar el voto rural que se ha inclinado más hacia la extrema derecha.

Sus partidarios la apodan “la otra Marine”. Desde que se involucró en la vida política, la ecologista Marine Tondelier, de 37 años, ha optado por enfrentar cara a cara al partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN, otrora Frente Nacional), en su propio bastión: la cuenca minera del norte de Francia, donde el electorado empobrecido por la desindustrialización y el abandono estatal se ha inclinado año tras año hacia la extrema derecha.

Oriunda de la región de Pas de Calais, Tondelier creció en Hénin-Beaumont, ciudad de la cual es consejera municipal de oposición desde 2014 y cuyo alcalde Steeve Briois pertenece a Agrupación Nacional. En 2024, Marine Tondelier se presentó como candidata suplente a diputada por esta circunscripción, a sabiendas de que tenía poca posibilidad de ganar frente a Marine Le Pen, diputada reelegida triunfalmente con 58% de los votos en la primera vuelta.

Esta batalla frontal contra Agrupación Nacional en sus propias tierras, Marine Tondelier la ha llevado con un estilo directo y sin concesión que le ha dado una mayor exposición mediática. “Soy miembro de la oposición a Agrupación Nacional de Hénin-Beaumont desde hace 10 años. Conozco sus valores y sus repugnantes métodos. Y he aprendido tres cosas: nunca bajes la cabeza, nunca bajes los ojos, ¡nunca te rindas!”, declaró en un mitin a finales de junio.

En 2017, publicó Noticias del Frente, un libro en el que denuncia amenazas e intimidaciones del alcalde de ultra derecha de Hénin-Beaumont Steeve Briois contra la prensa y la oposición local.

Pilar del Nuevo Frente Popular

Su elección a la cabeza de EELV en 2022 obedece a una estrategia de los ecologistas franceses de ampliar su base electoral: este partido que se consolidó entre el electorado joven y que ha conquistado el voto urbano y privilegiado, más sensible a la urgencia ecológica, ha fracasado hasta ahora en convertirse en un partido popular. Todo lo contrario de Agrupación Nacional que capta, elección tras elección, los votos de la Francia rural y marginada.

Graduada en estudios de salud pública, Tondelier ejerció como asistente parlamentaria en la Cámara de diputados y el Senado francés, antes de convertirse en la cara de la ecología en las elecciones legislativas de junio de 2024 tras la disolución sorpresiva de la Asamblea Nacional.

La ecologista logró hacer olvidar el fracaso estrepitoso de su partido en las elecciones europeas (5,5% a escala nacional) y abogó por la unidad de la izquierda. Se convirtió en una pieza clave para conseguir un pacto de unión entre el viejo Partido Socialista francés, el Partido Comunista y la izquierda más radical de La Francia Insumisa. Las cuatro agrupaciones lograron sellar un acuerdo político de unidad en un tiempo récord y ganar la mayoría relativa de escaños en las legislativas contra todos los pronósticos.

Entre las dos vueltas, Tondelier abogó por el “frente republicano”, un pacto entre el oficialismo y la oposición de izquierda para retirar en la segunda vuelta al candidato menos votado y así impedir a toda costa la victoria de candidatos de extrema derecha.

Con su emblemática chaqueta verde, su retórica ofensiva contra Agrupación Nacional y su liderazgo, la ecologista encarna la nueva esperanza de los verdes franceses de conciliar la transición ecológica con las preocupaciones sociales y económicas de los franceses. Una línea totalmente opuesta al de la extrema derecha de varios partidos políticos franceses que fustigan una ecología “punitiva”. Su nombre circula entre los de los posibles candidatos al puesto de primer ministro que el bloque de izquierdas someterá al Parlamento francés tras las legislativas del 7 de julio.