Petro acusa al ELN de impulsar el narcotráfico y permitir la “invasión” de Venezuela: ¿qué hay detrás?

“El ELN está permitiendo, con su traqueteo (narcotráfico) y su dogma mental, invadir Venezuela”, escribió Gustavo Petro, presidente de Colombia, en una declaración difundida en su red social X. Este mensaje surge en medio de un clima de acusaciones cruzadas y tensiones geopolíticas crecientes entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos. Las palabras de Petro subrayan la preocupación de su gobierno respecto al papel del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización armada ilegal colombiana, en la expansión del narcotráfico que afecta la región y la posible influencia que esto podría tener en la soberanía venezolana.

El contexto internacional brinda nuevas aristas a la situación. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el lunes que su gobierno destruyó una instalación dedicada a la elaboración de drogas en Venezuela, aunque no precisó si el ataque se produjo formalmente dentro del territorio de ese país. El propio Petro apuntó que, según sabe, “Trump bombardeó una fábrica en Maracaibo”, haciendo referencia a la zona ubicada en las cercanías del lago de Maracaibo, donde, afirma, se estarían mezclando componentes básicos para la producción de cocaína. Esta situación, según el mandatario colombiano, aprovecha la ubicación estratégica de dicha ciudad para actividades ilícitas.

Al abordar el rol del presidente venezolano, Nicolás Maduro, con relación al narcotráfico, Petro manifestó no tener conocimiento de que Maduro “haya sacado ilegítimamente riquezas de Venezuela”. Recalcó que “en nuestro país no hay pruebas de narcotráfico de su parte”, diferenciando su postura de la narrativa promovida desde Estados Unidos. En repetidas ocasiones, Petro se ha distanciado de la idea de que Maduro sea personalmente un narcotraficante, si bien no ha dejado de criticarlo, llegando a llamarlo “dictador” por la acumulación de poderes en Venezuela.

En este clima de declaraciones, Trump ha reiterado durante semanas la intensificación de su campaña contra la administración de Maduro. La campaña incluye la eliminación de aproximadamente treinta embarcaciones cargadas con presuntas drogas y la muerte de más de un centenar de tripulantes, además del anuncio de posibles ataques a objetivos terrestres. Estados Unidos mantiene un extenso despliegue militar en el Caribe cercano a aguas venezolanas, bajo el argumento oficial de luchar contra el tráfico de drogas.

Sin embargo, el gobierno de Caracas ve estas medidas como amenazas directas y un posible intento de fomentar un cambio de régimen. Las tensiones se incrementaron tras el anuncio de Trump de bloquear buques petroleros sancionados que operen desde y hacia Venezuela, medida que se vio reforzada por la confiscación reciente de dos buques transportando crudo venezolano.

En conclusión, las declaraciones de Petro en torno a la relación entre el ELN y el narcotráfico, así como su posible impacto en la seguridad regional y en las relaciones diplomáticas entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos, revelan la complejidad de una crisis que involucra intereses diversos y puede tener repercusiones significativas en el equilibrio regional.

¿Qué es el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y cuál es su papel en el narcotráfico regional?

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es un grupo armado ilegal colombiano que ha estado involucrado por décadas en actividades como secuestros, extorsión y, en particular, el narcotráfico. Su participación en estos delitos ha sido objeto de debate y preocupación regional, pues, según señalan fuentes oficiales y analistas, el ELN podría estar facilitando el tráfico de drogas no solo dentro del territorio colombiano, sino también expandiendo su influencia hacia países vecinos como Venezuela.

El papel del ELN en el narcotráfico regional adquiere relevancia en el contexto actual, ya que su accionar puede contribuir a la desestabilización política y social no solo en Colombia, sino en todo el norte de Sudamérica. Las acusaciones de colaboración o permisividad por parte de actores estatales, sumadas a operativos internacionales como los liderados por Estados Unidos, hacen de este tema un asunto prioritario para la diplomacia y la seguridad de la región.