Con encuesta en Twitter, Rusia consulta qué debería hacer tras sanción de EE. UU.

La embajada rusa en territorio estadounidense publicó el curioso trino-sondeo poco después de que se conociera que su consulado en la ciudad de Seattle debía cerrar, en medio de la controversia por el envenenamiento de un exespía en Reino Unido.

En la mañana de este lunes, la cuenta oficial de la embajada rusa escribió en Twitter:

“La administración de Estados Unidos ordenó el cierre del consulado ruso en Seattle. ¿Qué consulado general de Estados Unidos usted cerraría en Rusia si tuviera que decidir?”.

Luego ofrece como opciones de respuesta los 3 consulados que tiene Estados Unidos en Rusia (no confundir con embajada): uno en Vladivostok, muy cerca de la frontera con Corea del Norte; otro en Ekaterimburgo, parada emblemática del mítico ferrocarril Transiberiano; y otro en San Petersburgo, la segunda ciudad más importante del país.

Al momento de escribir esta nota, casi 34 mil personas habían participado del sondeo, en el que iba ganando la opción del consulado de San Petersburgo, seguido por la de la oficina de Ekaterimburgo y, finalmente, la de la lejana Vladivostok.

Hay que recordar que este lunes se conoció que, además del cierre del consulado de Seattle, el gobierno de Donald Trump ordenó la expulsión de 60 diplomáticos rusos debido al intento de asesinato por envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skirpal y su hija en Reino Unido. Varios países consideran que el gobierno de Rusia es el culpable del atentado. Medidas similares han tomado otras naciones en Europa.

Poco después de hacerse pública la decisión de la expulsión, el gobierno de Rusia anunció que tomaría las mismas medidas con los diplomáticos de los países que lo sancionaron. Además, calificó la iniciativa del gobierno estadounidense de “gesto provocador”.

Según Newsweek, por ahora el gobierno ruso de Vladimir Putin no ha hecho efectiva ninguna medida posterior a la expulsión de sus diplomáticos, y no se sabe si de verdad está contemplando la posibilidad de cerrar uno de los consulados estadounidenses (o todos) en su territorio, aunque la idea no parece descabellada.