Detienen en Argentina a tres hombres por asesinato de dos colombianos

Tres hombres, entre ellos un ‘barrabrava’ (hincha violento) y un empresario farmacéutico, fueron arrestados en Buenos Aires acusados de haber participado en el asesinato de dos colombianos en 2008 en Argentina, informó este sábado una fuente judicial.

Las detenciones se produjeron la noche del viernes por orden de la jueza Sandra Arroyo Salgado, a cargo de la causa que investiga el asesinato de los colombianos Jorge Quintero Gartner y Héctor Duque Caballos, alias “Monoteto”.

Los detenidos son Richard Laluz Fernández, exintegrante de la barrabrava de Boca Juniors, apodado ‘el uruguayo’, el empresario Martín Magallanes y un hombre llamado Jorge Moreira, precisó la fuente citada por la prensa de Buenos Aires.

Un cuarto sospechoso, Víctor Ovejero Olmedo, no pudo ser hallado por la policía.

Según la hipótesis de la fiscalía, Magallanes que en 2008 era propietario de la firma Unifarma, es acusado de haber encomendado el crimen a Laluz Fernández, quien a su vez habría contratado a Moreira y Ovejero Olmedo como sicarios.

En julio de 2008, los dos colombianos fueron asesinados a balazos en el aparcamiento de un centro comercial de Martínez (periferia norte) y el hecho se vinculó con las drogas. Un tercer hombre se salvó del ataque.

Peritajes conocidos el viernes determinaron además que una de las dos armas usadas para ese crimen era una pistola Tanfoglio calibre.40 que en enero fue hallada en poder de un hombre llamado Marcelo Mallo y que pertenecía a un amigo suyo, Leandro Giso.

Mallo es un exlíder de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), una agrupación que reunía barrabravas de varios clubes.

Sobre Mallo y Giso también pesan pedidos de detención pero en otra causa por presunto encubrimiento, en la fuga que en diciembre pasado protagonizaron tres sicarios condenados a prisión perpetua por otro crimen en 2008 de tres empresarios farmacéuticos vinculados al tráfico de efedrina.

Los tres hombres se habían fugado de una cárcel de máxima seguridad de la provincia de Buenos Aires y fueron recapturados 15 días después, en un hecho que puso en jaque al por entonces recién asumido gobierno de Mauricio Macri.