Tragedia en el Corredor Interoceánico: descarrilamiento de tren deja 13 muertos y decenas de heridos en Oaxaca

El descarrilamiento del tren Transístmico, parte del ambicioso Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) en el sur de México, dejó un saldo fatal: 13 personas fallecieron y 98 más resultaron heridas, de las cuales 36 permanecen hospitalizadas, según la Secretaría de Marina (Semar) en información difundida este domingo. La tragedia evidenció los riesgos asociados a la operación de uno de los megaproyectos de infraestructura más relevantes de la actual administración mexicana, el cual busca conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través de enlaces ferroviarios, portuarios y polos industriales.

El convoy ferroviario siniestrado transportaba a 241 pasajeros y nueve tripulantes. Había partido desde Salina Cruz, en la costa del Pacífico oaxaqueño, rumbo a Coatzacoalcos, Veracruz, en el Golfo de México. La ruta, que simboliza la integración económica y logística entre ambos litorales, representa una arteria clave no solo para el traslado de mercancías, sino también para pasajeros de la región. De acuerdo con el comunicado oficial de la Marina, el incidente ocurrió en inmediaciones de Nizanda, Oaxaca, a causa de lo que definieron como “el descarrilamiento de la máquina principal”.

En el momento inicial del accidente, la Semar reportó que 20 personas habían sido lesionadas y estaban siendo trasladadas a hospitales aledaños para recibir atención médica. Horas antes, el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, reportaba de manera preliminar la existencia de 15 heridos, cifra que fue actualizada posteriormente a medida que se consolidaba la información proveniente de los servicios de emergencia y rescate desplegados en la zona afectada.

La Secretaría de Marina comunicó que coopera con las autoridades de transporte para esclarecer las causas precisas del descarrilamiento y restablecer la normalidad operativa de la vía férrea afectada. Al tratarse de un tramo estratégico del Corredor Interoceánico, la pronta recuperación del servicio no solo es prioritaria para el transporte de pasajeros y carga, sino también para el flujo económico que depende de este eje logístico.

El ferrocarril accidentado recorre la ruta del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, inaugurado en 2023. Este proyecto, de acuerdo con los reportes oficiales, se perfila como uno de los principales motores para el desarrollo económico del sureste del país, al facilitar la conectividad entre el Golfo de México y el océano Pacífico, históricamente separados por barreras geográficas y de infraestructura. La administración del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) posicionó al CIIT como su obra emblemática para dinamizar la economía y modernizar la movilidad regional.

Tras la tragedia, las autoridades enfrentan el reto de investigar a fondo lo ocurrido y garantizar la seguridad en la operación de esta infraestructura crítica. El accidente también reabre el debate sobre los desafíos técnicos, operativos y humanos en la consolidación de grandes proyectos ferroviarios y su impacto en las comunidades por donde transitan.

¿Por qué es tan importante el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec para México?

Esta pregunta adquiere relevancia porque el Corredor Interoceánico representa uno de los mayores esfuerzos de la política de desarrollo y modernización del sureste mexicano impulsados en los años recientes. Más allá de la conexión geográfica, se trata de una apuesta estratégica que busca transformar la región en un punto clave de comercio internacional, aprovechando la ubicación privilegiada del istmo como enlace natural entre el Atlántico y el Pacífico.

A través de la construcción y operación de trenes, puertos y polos industriales, el CIIT pretende atraer inversiones, generar empleo y reducir desigualdades regionales históricas. El reciente accidente evidencia los desafíos que implica avanzar en una infraestructura de tal magnitud, pero también pone de manifiesto la necesidad de fortalecer sus protocolos de seguridad para que los beneficios del megaproyecto alcancen a la población sin poner en riesgo su integridad.