Cuáles son los retos que tendrá el nuevo papa y qué le dejó Francisco en su pontificado

El esperado humo blanco salió finalmente desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que la Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa, el número 267 de la historia de la Iglesia Católica.

Las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar apenas se evidenció el humo que indicaba que ya hay un sucesor del Papa Francisco, mientras miles de personas reunidas en la Plaza estallaron en aplausos y cánticos.

La señal blanca —generada por una mezcla de compuestos químicos que produce una densa columna visible incluso desde los tejados romanos— indica que un candidato ha alcanzado al menos dos tercios de los votos, es decir, un mínimo de 79 de los 117 cardenales, según las reglas del cónclave establecidas por el Papa Juan Pablo II y ajustadas por sus sucesores.

El proceso para elegir al nuevo Pontífice comenzó el miércoles 7 de mayo con una primera votación sin éxito, que dejó ver humo negro. Hoy, en el segundo día del cónclave, se realizaron dos nuevas rondas de votación durante la mañana y por la tarde. Fue en la tercera votación —la segunda de esta jornada— donde finalmente se alcanzó el consenso.

El anuncio oficial será hecho desde el balcón de la Basílica de San Pedro por el cardenal protodiácono, quien pronunciará palabras en latín: «Habemus Papam», seguido del nombre del elegido y del nombre papal que ha escogido.

¿Qué se viene para el nuevo papa en El Vaticano? 

El nuevo Papa asume el pontificado en un contexto global complejo, tras el fallecimiento de Francisco, luego de más de 11 años de un papado marcado por la reforma, la cercanía pastoral y la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia.

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El nuevo Pontífice tendrá varios retos a la mano. Entre los que se destacan la necesidad de seguir diversificando la presencia de la Iglesia y aumentar la llegada de creyentes.

Así mismo, deberá ser clave en el papel diplomático que pueda ayudar a los distintos conflictos internacionales que se viven en Europa, Medio Oriente y en Asia.

Pendiente está la Iglesia de cuál sea la línea que dicte sobre, por ejemplo, derechos de la comunidad LGTBIQ+, así como la presencia de las mujeres en cargos representativos y de alto rango en la Iglesia.