Toser es una amenaza terrorista en EE. UU.; que ahora sí se toma en serio el coronavirus

Con la vertiginosa propagación que ha tenido el COVID-19 en ese país, las autoridades han decretado serias medidas para intentar frenar su rápido avance.

Entre las que se encuentra, acusar a los ciudadanos de amenaza terrorista por toser intencionadamente sobre otras personas, ya que se han presentado varios de estos casos en diferentes ciudades.

En Nueva Jersey, George Falcone tosió a una de las empleadas de un supermercado mientras hacía compras. El temerario acto se produjo después de que la trabajadora le solicitara a Falcone que se alejara de los estantes de la comida, pues estaba demasiado cerca.

Como consecuencia, el hombre (que luego fue diagnosticado con coronavirus) fue acusado de amenaza terrorista en tercer grado, y enfrentará una pena de prisión de hasta 7 años, aseguró Gurbir Grewal, fiscal general de ese estado.

En Pensilvania, también se han visto casos similares, como el de Margaret Cirko, de 35 años, que la semana pasada empezó a toser sobre algunos alimentos que se hallaban en la sección de panadería y carnicería de un pequeño mercado en la localidad de Hanover.

De acuerdo con la propietaria del establecimiento comercial, mientras realizaba esta irresponsable acción, la mujer también gritaba: “tengo el virus y todos se van a infectar”.

Debido a esto, Cirko ahora enfrenta cargos por amenaza del uso de armas de destrucción masiva, amenaza terrorista y desorden público. Durante su comparecencia ante un juez, se le impuso el pago de una fianza de 50.000 dólares si quiere quedar en libertad.

Ante la repetición de estos casos, el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Jeffrey Rosen, envió un mensaje interno a los directores de las fuerzas del orden y a los fiscales federales advirtiéndoles de que estén atentos a este tipo de amenazas que podrían propagar aún más el virus.

El funcionario, además, señaló que aquellos, que expongan al público general o a una persona concreta con la enfermedad, pueden ser juzgados bajo las leyes federales de terrorismo, ya que el brote se considera un “agente biológico”.

Según el último reporte, en Nueva York ya hay más de 76.000 contagios y se han producido más de 1.700 muertes por COVID-19, mientras que Nueva Jersey es el segundo estado con mayor número de casos confirmados, con 19.000.