Rubby Pérez no iba a presentarse en discoteca Jet Set el día de su muerte; adelantó fecha

En República Dominicana están impactados con las declaraciones de una de las hijas de Rubby Pérez en el sepelio del artista que se realiza en el Teatro Nacional de Santo Domingo.

Se llama Zulinka Pérez, la segunda hija de Rubby Pérez y quien cantaba con su padre en la orquesta, señaló –en una entrevista con Telemundo47 Nueva York– que a su padre no le tocaba cantar el 7 de abril, el día que colapso el techo de JetSet y que justo estaba pensando en retirarse “porque estaba cansado”.

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Según Zulinka, el espectáculo en la discoteca en el que iba a cantar con su padre estaba programado para el 14 de abril: “Pero papi lo adelantó para el 7 porque quería ir a donde su novia en Houston”.

En palabras de Rubby Pérez, “mami, voy a adelantar el viaje” a lo que Zulinka le replicó por el baile de la discoteca, programado para el 14 de abril: “Yo mandé a tumbar esa vaina”, días después se enteró de que el baile de Jet Set se había adelantado para el 7 de abril, que el mismo Rubby Pérez lo había movido para poder tocar.

Otro punto de su declaración que ha llamado la atención es que justo, una semana antes le dijo a su hija que montaran ella con su esposo Miguel (que también cantaba en la banda del dominicano): “Hagan un grupo porque ya yo me voy a retirar, a ir tocando menos, ya estoy cansado y quiero estar tranquilo, ya yo tengo con qué comer”, le dijo.

Y hasta le sugirió un nombre para el grupo: “Los hijos de Rubby”. Zulinka, aún devastada, dijo que el grupo lo van a hacer en su honor, pero aseveró que ella en este momento no está preparada. Incluso en otro momento había pensado que ella seguiría en la música hasta que su papá estuviera, por lo que seguir sola no era una opción, “pero ahora lo estoy pensando, no sé si pueda, pero realmente lo estoy pensando”.

“La familia está destrozada”, dijo y añadió que especialmente ella y su padre eran muy unidos: “Mi papá era mi amigo, mi confidente, mi banco, mi psicólogo, mi todo. Su vejez era mía, no sé si me entiendes, yo sabía que lo iba a cuidar, lo iba a tener a mi lado, porque él me lo decía”.

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Zulinka, quien trabajó por 23 años a su lado, precisó que en el momento del colapso todo fue muy rápido: “Papi tenía la costumbre de cantar con los ojos cerrados, él no vio nada, no se dio cuenta de nada. Cuando se dio cuenta ya tenía todo encima. Esa imagen no se borra de mi cabeza: yo vi cuando le cayó la viga y me lo aplastó [dijo con la voz quebrada]”.