Jessi Uribe confesó que sus celos casi acaban relación con Paola Jara: "Me sentía engañado"

Los artistas atraviesan uno de los momentos más emocionantes de sus vidas: están esperando a su primera hija juntos. La llegada de la bebé ha colmado de felicidad a la pareja, especialmente porque será el primer retoño para la cantante antioqueña, quien enfrentará la maternidad a los 42 años. Para Jessi, en cambio, se trata de su quinto hijo, ya que tiene cuatro hijos fruto de su anterior matrimonio con su expareja Sandra Barrios.

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En medio de esta nueva etapa, el intérprete de música popular se sentó a conversar con Laura Acuña, donde se mostró vulnerable y habló abiertamente sobre su historia de amor con Jara. Allí, además de compartir detalles de su faceta actual como futuro padre nuevamente, se refirió a una de las etapas más complejas de su relación: los celos e inseguridades que lo dominaron en sus comienzos.

Con una sinceridad poco habitual en las figuras públicas, Jessi reconoció que en el pasado tuvo actitudes posesivas que estuvieron a punto de poner en riesgo su vínculo con Paola.

“Yo era muy celoso. Revisaba su celular constantemente, si lo dejaba por ahí, lo cogía a escondidas y lo miraba todo. Era enfermizo”, comentó el artista, quien explicó que esa conducta era el reflejo de su inseguridad personal.

Uribe admitió que al inicio de su relación no se sentía suficiente para ella. “Más que ser celoso, yo era muy inseguro. Cuando conocí a ‘Pao’, ella era un bizcochote y yo estaba gordito. Me sentía en desventaja”, explicó. Esa inseguridad lo llevó a malinterpretar gestos cotidianos de su pareja, especialmente su forma de comunicarse con otras personas.

“A mí me mataba que terminara una conversación con un beso o un emoji de corazón, yo me quería morir. Yo sentía que eso era infidelidad”, confesó entre risas, aunque dejando ver que fue un tema serio en su momento.

Paola Jara, según relató el cantante, trató de explicarle que esos gestos eran comunes en su cultura. “Ella me decía que los paisas eran así, muy expresivos. Pero para nosotros, los santandereanos, eso no se usa. Ni siquiera tuteamos. Entonces para mí era rarísimo”, añadió. Las discusiones por este tipo de cosas fueron constantes durante los primeros meses de la relación, y poco a poco fueron desgastando la dinámica de pareja.

Ante el temor de perderla, Jessi decidió trabajar en sí mismo y modificar su comportamiento. Reconoció que el proceso no fue inmediato, pero finalmente logró entender que debía cambiar. “Me demoré, pero lo hice. Entendí que si seguía así, la iba a alejar. Así que hablamos y establecimos reglas”, contó. Entre esas reglas que construyeron como pareja, el cantante mencionó algunas curiosas: “Nada de candelitas ni de emojis comprometedores con otras personas”.

Más allá de ese episodio, Uribe resaltó que su relación con Paola se ha fortalecido con el tiempo gracias a la confianza, el diálogo y el respeto. Ahora, con la llegada de su hija en camino, la pareja está enfocada en disfrutar plenamente esta nueva etapa. El cantante aseguró que vive con ilusión cada momento del embarazo y que espera ser un mejor padre cada día, aprendiendo de los errores del pasado.

Su testimonio, además de reflejar una evolución emocional, sirve como una muestra de que incluso las relaciones más públicas y aparentemente perfectas enfrentan desafíos internos. Lo importante, según él mismo concluyó, es aprender a crecer en pareja y dejar atrás actitudes que no construyen.