Golpe al bolsillo de miles de colombianos: alimentos y servicios públicos preocupan

La crisis fiscal en Colombia, reflejada en un déficit del 6,8% del PIB en 2024, ya tiene efectos tangibles en los hogares, aunque muchos ciudadanos no entienden a fondo sus causas.

El exceso de gasto público frente a los ingresos ha obligado al Estado a aplicar medidas que afectan directamente el bolsillo: más impuestos, menor cobertura en subsidios y servicios esenciales más costosos, detalla Portafolio en un análisis de la situación del país.

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Cambios en la retención en la fuente, por ejemplo, implican deducciones que, aunque pequeñas, golpean a quienes viven del trabajo independiente.

Esta situación se refleja en un alza sostenida del costo de vida, con alimentos de la canasta básica, servicios públicos y medicamentos cada vez más caros. Además, la disminución de la inversión extranjera y las altas tasas de interés limitan el acceso al crédito y reducen el consumo.

Sectores como vivienda, educación y salud muestran de forma clara el deterioro. Programas como Mi Casa Ya y los créditos del Icetex han visto fuertes recortes, afectando a miles de familias.

En salud, la falta de recursos y problemas estructurales obligan a muchas personas a pagar por medicamentos esenciales. El acceso restringido al crédito y el aumento del trabajo informal son señales preocupantes de una crisis que ya no es un asunto técnico, sino una realidad diaria para millones de colombianos.

Por qué precios de alimentos suben y bajan en Colombia

En Colombia, los precios de los alimentos de la canasta básica fluctúan constantemente debido a una combinación de factores estructurales, climáticos, económicos y logísticos que inciden directa o indirectamente en su costo. Uno de los principales factores es la estacionalidad agrícola. Muchos productos básicos como frutas, verduras y tubérculos dependen de las temporadas de cosecha, y su disponibilidad varía según las condiciones climáticas.

Por ejemplo, durante épocas de lluvias intensas o sequías prolongadas, se pueden perder cosechas o disminuir los rendimientos, lo que reduce la oferta y hace que los precios suban. Por el contrario, cuando hay sobreoferta durante la cosecha, los precios tienden a bajar debido a la abundancia del producto en el mercado.

Otro factor importante es el costo del transporte y la infraestructura. Colombia, con su geografía montañosa y vías en mal estado, enfrenta grandes retos logísticos para movilizar alimentos desde las zonas rurales de producción hasta los centros urbanos de consumo.

Cuando aumentan los precios del combustible o se presentan bloqueos en las carreteras —como ha sucedido durante paros o manifestaciones— los costos de transporte suben, encareciendo el precio final de los alimentos para el consumidor. Asimismo, la escasez de vías adecuadas o el cierre temporal de rutas estratégicas afecta directamente la cadena de suministro.

La inflación general y las políticas económicas también influyen en la variación de precios. Cuando el peso colombiano se devalúa frente al dólar, los insumos agrícolas importados, como fertilizantes, semillas y maquinaria, se encarecen. Esto incrementa los costos de producción para los campesinos y productores, quienes trasladan ese aumento al precio final. Además, las decisiones fiscales, como la modificación de impuestos o subsidios al sector agropecuario, también pueden impactar los costos y la oferta de alimentos básicos.

Por otro lado, la especulación y la intermediación también juegan un papel relevante. En muchos casos, los productos pasan por múltiples intermediarios antes de llegar al consumidor final, y en cada eslabón se agrega un margen de ganancia. Esto puede generar aumentos innecesarios en los precios, especialmente cuando no hay suficiente regulación o control en los mercados.

Cómo factores externos afectan precios en Colombia

Además, factores externos como los conflictos internacionales, el cambio climático global y la demanda de exportación pueden alterar la oferta local, provocando alzas o bajas repentinas.

En resumen, la variación constante en los precios de los alimentos en Colombia responde a una mezcla compleja de condiciones naturales, estructurales y económicas, lo que hace difícil mantener estabilidad en los costos de la canasta básica.