Quién fue el primero que usó el disfraz del pollo Frisby: era reconocido y ya murió

Frisby, fundado en 1977 en Colombia y que hoy en día planea salir del país, en un inicio se enfocó en la venta de pizza; sin embargo, poco a poco implementó el pollo frito hecho con una receta estadounidense como producto principal, por idea directa de sus dueños, Alfredo Hoyos Mazuera y su esposa, Liliana Restrepo.

Esto fue un éxito y la firma tuvo un notable crecimiento en el país, al punto de que ambos esposos decidieron abrir otras sedes fuera de Pereira, como Manizales y Armenia, posteriormente arribaron a Medellín y Bogotá, ciudades más grandes.

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Ahí la idea de negocio creció muchísimo más y la intención fue enamorar a los niños. Para esto tomaron como ejemplo lo que hacía el prestigioso MacDonald’s con su mascota Ronald McDonald. Crearon así a Frisby, el pollo que jugaba e invitaba a comer en sus restaurantes. Esto fue un plus notablemente.

¿Cuál es la historia del disfraz del pollo Frisby?

El primero en usar el traje fue el propio dueño de la cadena, Alfredo Hoyos, así lo contaron en la revista Soho. Precisamente, en este medio el periodista Mauricio Rodríguez se puso en los zapatos de las personas que se disfrazaban de Frisby y contó detalles del trabajo que le tomó, pero también de cómo el fundador de la compañía se le ocurrió hacer pollo frito.

“Don Alfredo, que vivió en Estados Unidos en su juventud, se impresionó con el alto consumo de pollo frito en el sur de ese país y recorrió varios estados aprendiendo las mejores fórmulas con la idea de montar [algo parecido] en Colombia. Regresó a Pereira, su ciudad natal, y logró conformar una empresa que cuenta hoy con locales en todo el país”, relató el comunicador en el citado artículo.

Y es que esta firma fue pionera en Colombia en tener una mascota. “Esa forma de estimular el consumo era desde esa época común en los negocios gringos. Hoyos le pidió al mismo diseñador de las mascotas de Disney que le creara un personaje entretenido, especialmente atractivo para los niños”, destacó.

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Después, el proyecto creció tanto a tal punto de que él tuvo que contratar a otra persona para ejercer como ‘el pollo’ más divertido del país.

“Con ayuda de su esposa salía disfrazado por las ciudades del eje cafetero a impulsar la compra de sus pollos. Visitaba eventos deportivos, ferias agropecuarias, fiestas de pueblo. Algunos niños se asustaban, otros le jalaban la cola, pero él se divertía montones. Luego, cuando esto creció le dejó su trabajo a un estudiante de teatro”, puntualizó el mencionado artículo.

A los 73 años, Alfredo Hoyos Mazuera falleció en su amada ciudad de Pereira un 14 de diciembre de 2020, después de luchar contra una enfermedad por un tiempo largo. No obstante, su legado aún continúa en Colombia.