Preocupación por bebida muy consumida en Colombia: habría escasez debido a problemática

Aunque Colombia produce cacao (materia prima del chocolate), la situación compleja de esa industria a nivel global causaría una escasez que se haría bastante notoria en los próximos meses.

La negociación de futuros del cacao llevó a que la oferta cayera drásticamente en todo el mundo y tocara un punto que preocupa a los analistas de la materia.

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“La Organización Internacional del Cacao (Icco) prevé que la producción será inferior a la demanda en 374.000 toneladas métricas en la temporada 2023-2024, el tercer déficit consecutivo”, detalló el portal especializado Agronegocios.

En África y Sudamérica, dos de las regiones con mayor producción de cacao, las cifras vistas en los últimos meses no son nada alentadoras de cara a una posible recuperación de la industria del cacao.

Esta situación es tan compleja que algunas de las distribuidoras más importantes del mundo se han visto obligadas a cerrar por cuenta de la escasez de materia prima.

“La crisis ha llegado a los chocolateros de todo el mundo. Desde Malasia hasta Alemania y Chicago, las fábricas se han visto obligadas a cerrar“, añadió el mencionado portal.

Escasez de cacao globalmente y por qué es tan delicada

La escasez de cacao es perjudicial a nivel global por varias razones. En primer lugar, el cacao es un ingrediente crucial en la industria del chocolate, un producto consumido ampliamente en todo el mundo. La escasez de cacao conduce a precios más altos del chocolate, lo que afecta a los consumidores y puede disminuir su acceso a este placer cotidiano.

Además, la producción de cacao es una fuente de ingresos vital para millones de agricultores en países productores como Costa de Marfil, Ghana y Ecuador. La escasez de cacao puede impactar negativamente en sus medios de vida, aumentando la pobreza y la inseguridad alimentaria en estas regiones.

La escasez de cacao también puede tener ramificaciones ambientales, ya que la demanda insatisfecha puede impulsar prácticas agrícolas más intensivas, como la deforestación para abrir nuevas áreas de cultivo, lo que a su vez contribuye al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.