Marca de ropa, que se conseguía en Falabella, se fue a la quiebra y dieron duras razones

La famosa marca italiana Benetton, conocida por su estilo colorido y sus mensajes ambientales, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia.

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En las últimas horas, medios de comunicación europeos han informado que la compañía se declaró en quiebra y llevará a cabo el cierre de más de 400 tiendas en todo el mundo, como parte de un proceso de reestructuración global que busca salvar a la firma de la crisis económica que enfrenta.

Fundada en 1965 en Treviso, Italia, Benetton rápidamente se destacó por sus diseños de alta calidad, su paleta vibrante de colores y sus campañas publicitarias con fuertes mensajes sociales. Durante décadas, la marca fue un referente mundial en moda, con una sólida presencia en países como Colombia, donde muchos consumidores se sintieron atraídos por su propuesta innovadora y accesible.

Sin embargo, la llegada de la tecnología y la transformación de la industria de la moda han impactado negativamente a la firma, que no ha logrado adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.

A lo largo de los años, Benetton fue perdiendo terreno frente a competidores más ágiles y actualizados con las nuevas demandas del consumidor, lo que se reflejó en su caída en el ranking de las mejores marcas globales.

En el año 2000, la firma ocupaba el puesto 75 en la clasificación de Interbrand, pero en 2001 descendió al puesto 100, y para 2002 ya no formaba parte de la lista.

El impacto de esta caída se hizo evidente en las últimas décadas, con un creciente desajuste entre la marca y las expectativas del consumidor. Además, la empresa se enfrenta a una deuda de más de 30 millones de euros, equivalente a más de 134 mil millones de pesos colombianos, en el sur de Italia, lo que complicó aún más su situación financiera.

En un giro significativo, en mayo de 2024, Luciano Benetton, uno de los fundadores de la marca, anunció su retiro de la empresa, después de reconocer un agujero presupuestario de unos 100 millones de euros. “Confié y me equivoqué. Me traicionaron en el verdadero sentido de la palabra”, señaló Benetton en una entrevista con el diario Corriere della Sera.

Esta salida, junto a la reestructuración que incluye despidos masivos, cierre de fábricas y tiendas, refleja la magnitud de los problemas que atraviesa la firma.

Benetton, que dejó de cotizar en la bolsa en 2012, ahora forma parte del holding Edizione, controlado por la familia Benetton. A pesar de los esfuerzos por reestructurarse, la marca ha decidido cerrar 419 tiendas alrededor del mundo para 2025, con el objetivo de reducir su deuda y intentar recuperar su estabilidad financiera.

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Esta quiebra marca un capítulo triste para una de las marcas más icónicas de la moda mundial, que supo conquistar a generaciones con su propuesta de calidad y color, pero no logró adaptarse a los vertiginosos cambios que exige el mercado moderno.