Golpe a la extorsión en Bogotá: así cayeron los cabecillas y desmantelaron dos temidas bandas criminales

En el contexto de la estrategia “Bogotá Camina Segura”, la Policía de Bogotá y la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ) anunciaron la detención de catorce personas involucradas en dos organizaciones criminales que se dedicaban a la extorsión y el homicidio en zonas del sur de la ciudad. Según la información oficial brindada por estas entidades, las operaciones coordinadas permitieron desarticular los grupos conocidos como ‘Los Coyotes’ y ‘Los Calibradores’, ambos responsables de múltiples delitos que mantenían en zozobra a las comunidades afectadas.

Las investigaciones sobre 'Los Coyotes' iniciaron hace siete meses, combinando denuncias ciudadanas, labores de verificación en campo y análisis de álbumes fotográficos. Este grupo operaba principalmente en la localidad de Usme, donde intimidaba a los habitantes de los sectores La Esmeralda y Divino Niño. Allí, mediante amenazas y violencia, exigían pagos que fluctuaban entre $50.000 y 5 millones de pesos, bajo la amenaza de desalojar a los residentes de sus viviendas o cortarles el acceso a servicios esenciales.

Gracias a tres procedimientos de allanamiento realizados en Usme y Puente Aranda, las autoridades detuvieron a cinco personas y formularon cargos contra dos más, todos ellos vinculados con ‘Los Coyotes’. Durante estos operativos se incautaron cinco teléfonos celulares y un arma de fuego tipo revólver. Entre los capturados figura el cabecilla conocido como ‘Coyote’, quien había estado encarcelado en 2016 por extorsión y fue liberado en 2020 por vencimiento de términos. Según César Restrepo, secretario de Seguridad, este tipo de liberaciones facilita la reincidencia criminal, prolongando los ciclos de violencia.

El resto de los miembros de ‘Los Coyotes’ cumplía funciones específicas dentro de la estructura: ‘Gioander’ ejecutaba amenazas en caso de incumplimiento de pagos, mientras alias ‘Mechas’, ‘Tin’ y ‘Geraldo’ presionaban mediante agresiones violentas. Alias ‘Chinche’ usaba armas para intimidar a las víctimas e, incluso, a sus mascotas, acrecentando el temor en la comunidad. Todos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación y enfrentan antecedentes por porte ilegal de armas, homicidio y tráfico de estupefacientes.

En un segundo operativo, la Policía desmanteló el grupo ‘Los Calibradores’, compuesto por nueve personas dedicadas a extorsionar a conductores informales y comerciantes en las localidades de Antonio Nariño, San Cristóbal y Usme. Estas extorsiones consistían en exigir sumas semanales entre 300.000 y 900.000 pesos, bajo amenazas de muerte y otras formas de presión. El cabecilla, alias ‘Andrés’, coordinaba las actividades desde prisión, mientras otros miembros ejecutaban homicidios selectivos, incendios de establecimientos y recolección de dinero ilícito. Este grupo acumula al menos 15 víctimas con denuncias formales y presenta múltiples anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) por delitos diversos, incluyendo extorsión y tráfico de estupefacientes.

Ambos grupos sufrieron graves daños en su estructura financiera, con afectaciones económicas estimadas en más de 770 millones de pesos. Además, los principales responsables recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario por parte de un juez de la República. Las autoridades insisten en que el tráfico de drogas, como la marihuana, sigue potenciando la violencia y el poder de estas bandas sobre las poblaciones vulnerables de Bogotá.

En lo que va de 2025, las acciones operativas oficiales lograron reducir el delito de extorsión en la ciudad en un 22 %, eliminando 553 casos respecto al año anterior. Se han desarticulado quince estructuras criminales dedicadas a la extorsión y detenidas más de 155 personas por este delito, de acuerdo con la Policía de Bogotá y la SDSCJ. Finalmente, las autoridades exhortan a la ciudadanía a denunciar cualquier caso de extorsión a la Línea 165, con el fin de activar la respuesta oportuna de los cuerpos de seguridad.

¿Qué implica la medida de aseguramiento en centro carcelario en el sistema judicial colombiano?

La medida de aseguramiento en centro carcelario representa una decisión judicial mediante la cual una persona procesada por delitos graves es privada de la libertad en un establecimiento penitenciario, mientras avanza su proceso y hasta que se dicte una sentencia. Esta figura tiene como propósito principal garantizar la comparecencia del acusado al juicio, proteger a la sociedad y evitar la continuación de conductas delictivas.

En el caso descrito por la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia y la Policía de Bogotá, los integrantes de los grupos delincuenciales capturados recibieron medida de aseguramiento debido a la gravedad de los delitos de los que se les acusa, como extorsión y homicidio. Esta medida busca impedir su participación en nuevas actividades ilícitas y salvaguardar la integridad de las víctimas mientras la justicia determina su responsabilidad.