Bogotá protege a sus heroínas: Así se fortalece el apoyo y defensa de mujeres líderes en derechos humanos

En la ciudad de Bogotá, el programa “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa” ha servido como un pilar fundamental en la protección y acompañamiento de mujeres defensoras de derechos humanos. Durante el año 2025, un total de 134 defensoras recibieron acompañamiento jurídico y psicosocial, lo que representa el total (100 %) de los casos reportados ante la Dirección de Derechos Humanos de la Secretaría Distrital de Gobierno (SDG). Además, la Administración distrital prestó 1.832 atenciones a mujeres que se encontraban en riesgo de vulneración de derechos fundamentales tales como la vida, la libertad, la seguridad y la integridad, conforme lo señala la información oficial.

Estas cifras reflejan el impacto y alcance que ha tenido el fortalecimiento de rutas de atención especializadas. Dentro de estas, adquiere protagonismo la denominada Ruta de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos. Esta ruta ofrece no solo orientación jurídica y acompañamiento psicosocial, sino también el traslado inmediato de casos a entidades competentes y la provisión de medidas emergentes como apoyos para arrendamiento, transporte o alimentación. Así se busca responder de manera eficaz y oportuna ante situaciones de alto riesgo, garantizando una primera línea de apoyo para quienes más lo requieren.

En el ámbito de la prevención, se destaca la ejecución de 28 actividades comunitarias durante el año, las cuales beneficiaron a 426 mujeres en diversas localidades de la ciudad, incluyendo Los Mártires, Usaquén, Teusaquillo, Suba, Fontibón, Bosa, La Candelaria y Sumapaz. Estas actividades han permitido fortalecer las capacidades de denuncia y defensa de derechos en los propios territorios, empoderando a las mujeres para enfrentar las amenazas que puedan surgir en sus comunidades.

Por otra parte, la Administración distrital ha impulsado diferentes estrategias de trabajo comunitario que han promovido la apropiación de mecanismos institucionales y el fortalecimiento de la construcción de conocimientos relacionados con la defensa de los derechos fundamentales. Estas estrategias tienen como principio orientador un enfoque diferencial, inclusivo y territorial, permitiendo así que la respuesta institucional se adapte a las características y necesidades de cada población local.

La concreción de estas acciones se ha dado principalmente a través de espacios de sensibilización, de participación ciudadana y de articulación comunitaria, consolidando un entorno más propicio para la protección y promoción de los derechos humanos. Como resultado, un número creciente de mujeres defensoras en Bogotá cuenta hoy con herramientas jurídicas, emocionales y comunitarias para continuar en la defensa activa de la vida, la justicia y la dignidad.

Quienes requieran orientación o asistencia pueden contactar a la línea 301 382 7520 o escribir al correo defensoresydefensoras@gobiernobogota.gov.co, líneas dispuestas para brindar atención oportuna a defensoras y lideresas sociales.

Cada paso que dan estas mujeres fortalece el tejido social y remarca la relevancia de la defensa de los derechos humanos, bajo el compromiso constante de las autoridades locales por acompañarlas y protegerlas en Bogotá.

¿Cómo funcionan las medidas transitorias dentro de las rutas de atención? Las medidas transitorias, previstas en la Ruta de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Bogotá, consisten en apoyos como arrendamiento, transporte y alimentación para mujeres en riesgo inmediato de vulneración de derechos. Su relevancia radica en satisfacer necesidades urgentes que pueden poner en peligro la vida, integridad y seguridad de las defensoras, permitiéndoles acceder a un entorno más seguro mientras se desarrollan procesos de protección de más largo plazo.
Estas acciones emergentes, coordinadas por la Secretaría Distrital de Gobierno, buscan dar una respuesta rápida y eficaz en contextos de emergencia. Así, se garantiza que las mujeres en peligro encuentren un primer respaldo tangible, proporcionando condiciones básicas para afrontar la situación mientras continúa el acompañamiento jurídico y psicosocial.